El número de empleadas públicas que teletrabajan actualmente en la Administración General del Estado (AGE) para cuidar a menores y dependientes duplica al de los hombres, según datos difundidos este lunes por CSIF.
En concreto, 818 funcionarias de la AGE teletrabajan por tener mayores a su cargo, frente a 403 hombres, mientras que 5.480 trabajan a distancia por asumir el cuidado de menores de 14 años, cifra muy superior a la de varones en esta misma situación (3.332 hombres).
Antes de la pandemia tan sólo un 5% de los empleados públicos teletrabajaban, porcentaje que se disparó hasta el 63% en plena crisis del Covid, y que ahora se sitúa en torno al 22%, según los últimos datos recabados por CSIF. Del total de las 44.300 personas teletrabajando ahora en la AGE, 25.030 son mujeres y 19.262 hombres.
CSIF ha informado además de que ha lanzado, junto a la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE), una macroencuesta nacional para detectar las carencias del teletrabajo y hacer un diagnóstico sobre su situación actual.
Los resultados de esta encuesta ‘online’, destinada a los trabajadores tanto del sector público como privado, «permitirá avanzar en un estudio preciso sobre la situación actual con la que identificar los problemas y plantear una batería de actuaciones para impulsar esta modalidad de organización del trabajo, clave para impulsar la conciliación», apunta CSIF.
El sindicato cree que el sector público en su conjunto necesita una normativa urgente «concreta», que dé seguridad a sus plantillas y que fije horarios de trabajo, ubicaciones, medios informáticos, mecanismos de selección de personal y derecho a la desconexión digital, entre muchos otros.
«Hace falta un análisis de situación con perspectiva de género y medidas para evitar que el teletrabajo se convierta en una vía para que las mujeres se encarguen aún más de las tareas del hogar o del cuidado de dependientes, limitando su promoción profesional», ha afirmado la secretaria nacional de Igualdad de CSIF, Eva Fernández.
Desde ARHOE, su presidente, José Luis Casero, ha resaltado que «la información, el análisis y la acción son claves para abordar el teletrabajo, que trasciende a una mera normativa o acuerdo».
«Hay personas y empresas con singularidades individuales que necesitan una respuesta adecuada, capaz de articular esta forma de organizar el trabajo con un plan estratégico preciso, con protocolos reales, que respeten los derechos de desconexión y otras exigencias de esta nueva situación», ha añadido.