El conseller de Acción Exterior de la Generalitat y exalcalde de Agramunt (Lleida), Bernat Solé, se ha desvinculado de la logística del 1-O en su municipio ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) y ha afirmado, sobre la suspensión del Tribunal Constitucional (TC) respecto al 1-O: «De la orden del TC no entendía que tuviera que cambiar mi opinión».
Al contestar a los interrogatorios del fiscal y de su defensa en su juicio por presunta desobediencia el 1-O, Solé ha declarado sobre su papel: «Ni intervine en la logística, ni en el movimiento de las urnas ni en la constitución de las mesas».
El conseller ha dicho que solo recibió notificación personal sobre el decreto del Govern que establecía normas complementarias para celebrar el 1-O, algunas de las cuales afectaban a los alcaldes, mientras que su defensa ha sostenido que no se le notificó la suspensión de la convocatoria ni de la Ley de referéndum.
Respecto a su participación días antes del 1-O en un debate sobre la autodeterminación –que la Fiscalía incluye en el escrito de acusación con intención de probar que Solé promocionó el referéndum–, ha afirmado que acudió al debate como representante de un partido y no como alcalde, y que no se debatía la organización del referéndum: «Dije que en cualquier situación en la que se pueda ejercer el derecho a voto, un ciudadano debe ejercerlo».
El TSJC juzga a Solé por un presunto delito de desobediencia el 1-O, cuando era alcalde de Agramunt, por supuestamente promover y participar en la organización del referéndum en el municipio, y la Fiscalía pide por ello una inhabilitación de un año y medio (que no afectaría a su trabajo como profesor) y una multa de 24.000 euros.
Solé ha aceptado contestar a todas las preguntas planteadas por el fiscal y también por su abogado, y sobre el día de la votación ha defendido que su actuación fue «la que corresponde a cualquier alcalde, máximo representante en Protección Civil» en un municipio.
En este sentido, ha sostenido que solo intervino para preservar el orden público y la integridad de los equipamientos, y ha dicho que «en ningún momento» dijo que se escondieran las urnas de la votación ante una posible intervención policial.
Ante la intención de algunas personas de esconder las urnas en el falso techo de la escuela donde se hacía la votación para evitar que fueran incautadas, ha explicado: «Dije que si la propuesta era esconder las urnas en un falso techo, por la integridad del edificio no consideraba que fuera oportuno. A partir de aquí la organización decidió llevarlas donde lo considerara oportuno».
ESCUELA PARA VOTACIONES
Las votaciones del 1-O en Agramunt se hicieron en la escuela Macià-Companys, de titularidad municipal, ante lo que el fiscal ha cuestionado si Solé cedió, como alcalde, el uso a la Generalitat para celebrar el 1-O, mientras que el conseller ha señalado que la gestión corresponde al Govern y en ningunas elecciones el municipio debe ceder el uso.
El conseller ha aseverado que «ni como Ayuntamiento ni como alcalde se cedió el equipamiento porque la gestión es de la Generalitat» a pesar de que la titularidad sea municipal, y ha dicho que el único decreto del consistorio sobre el asunto fue un decreto de alcaldía el 7 de septiembre de apoyo a la Ley de referéndum que firmaron varios municipios a partir de un texto genérico, sobre el que ha afirmado que solo era una expresión política sin las consecuencias de una resolución.
REVISTA MUNICIPAL
El escrito de acusación también señala un reportaje publicado en la revista municipal Sió, que publicó una crónica del 1-O que mencionaba a Solé como uno de los responsables de la «logística» de la votación, algo que el conseller ha descartado.
En el juicio ha declarado como testigo en el entonces director de la revista, quien a preguntas del fiscal ha señalado que estaba «haciendo una crónica literaria, no era exacta».
«Habría sido más exacto si hubiera dicho que Bernat se había preocupado de lo que estaba pasando allí, que es lo que hizo», en lugar de atribuirle funciones logísticas, ha dicho el testigo.