CC.OO. de Euskadi ha afirmado que volver a juzgar el caso Bateragune «no es la manera de reparar un proceso que Estrasburgo ya declaró injusto» y cree que la decisión adoptada por el Tribunal Supremo puede abocar «a una nueva sentencia que penalice, nuevamente, la imagen de la justicia ya deteriorada, por la resolución del Tribunal Europeo de Derechos Humanos».
En un comunicado, se ha referido, de esta manera, a la decisión unánime del Tribunal Supremo de proceder a la repetición del juicio del ‘caso Bateragune’, en el que están acusados Arnaldo Otegi, Sonia Jacinto, Rafa Díez Usabiaga, Miren Zabaleta y Arkaitz Rodríguez.
El sindicato ha indicado que esta decisión, de un nuevo juicio sobre la acusación de coordinarse con ETA «por el que ya fueron injustamente condenados, no respeta la decisión de los afectados de no repetir el proceso».
«La falta de imparcialidad, alegada por el Tribunal Europeo de DDHH, para anular el juicio por el que fueron condenadas, entre otros, Arnaldo Otegi y el ex secretario general de LAB, Rafa Díez Usabiaga, no ha servido para desistir en la pretensión del alto tribunal para volver a juzgar por los mismos hechos a estas personas», ha añadido.
A su juicio, la decisión del tribunal puede abocar «a una nueva sentencia que penalice, nuevamente, la imagen de la justicia ya deteriorada, por la resolución del Tribunal Europeo de Derechos Humanos».
CC.OO, tras expresar su «máximo respeto a las resoluciones judiciales dictadas, y poniendo en valor las mismas», ha asegurado no compartir el criterio esgrimido por el tribunal que va a tener como consecuencia la repetición de un juicio ya juzgado, «en el que las personas encausadas fueron condenadas y que, tras cumplir años de cárcel, deben enfrentarse a un nuevo juicio, que ya fue anulado, con posterioridad al cumplimiento de la condena».
Este sindicato ha manifestado en reiteradas ocasiones su postura contraria al proceso Bateragune, «por confundir responsabilidades éticas y políticas, con responsabilidades penales, y no ha compartido las penas de cárcel para las personas que estaban trabajando por el ‘cambio de estrategia’ de la izquierda abertzale, para pasar de la combinación de política y violencia a las vías exclusivamente políticas, cambio que debe ser completado con el necesario reconocimiento del daño injusto al que dieron cobertura política, y la reparación de las víctimas, para consolidar definitivamente la convivencia con memoria democrática».