Estudios recientes han descubierto que existen sustancias cancerígenas en algunos de los alimentos que tomamos normalmente. Es una afirmación dura de leer pero que no deja de ser realidad. Lógicamente esto tiene muchos matices, muchas de estas sustancias solo afloran si el alimento es sometido a ciertos procesos perjudiciales como los productos químicos que reciben durante su crecimiento en el campo, o bien cuando son consumidos cuando no se debe. Lo cierto es que la patata es uno de estos productos. Bien es sabido que el almidón que contienen las patatas tiene mucha letra pequeña, y entre esta se encuentra la que nos ocupará en este artículo. Si tienes estas patatas, no las comas, pueden provocar cáncer.
En lo relacionado a la patata, el problema viene a una sustancia que se produce al cocinarla a altas temperaturas. De hecho, la Agencia de Estándares Alimenticios del Reino Unido (FSA) llegó a lanzar una campaña de advertencias sobre el riesgo del cáncer asociado al hecho de cocinar patatas y otros alimentos que sean ricos en almidón a altas temperaturas.
Veamos cuál es el problema de las patatas:
2Acrilamidas
Por otro lado, la peor sustancia en la patata es la acrilamida, una sustancia cancerígena en animales y que también podría serlo en humanos. Aún no se ha catalogado oficialmente como tal, pero sí está considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como «probable carcinógeno en humanos«.
Las acrilamidas son sustancias químicas naturales que, según explica el Consejo Nacional del Cáncer, se produce cuando los productos que contienen el aminoácido asparagina, principalmente las patatas, se calientan a altas temperaturas en presencia de azúcares. Más alimentos que contienen esta sustancia son las galletas, el pan, los cereales, las aceitunas negras en lata o el café. También podemos encontrarla en el humo del tabaco.