Lo ha vuelto a hacer. Pese a las numerosas críticas que Victoria Federica ha recibido en los últimos meses por asistir a fiestas en las que no se respeta ni la distancia social ni la obligatoriedad del uso de la mascarilla sanitaria, y a pesar de que la hemos pillado en más de una ocasión incumpliendo el toque de queda después de disfrutar de una divertida noche con amigos, la hija de la Infanta Elena se ha saltado una vez más las medidas restrictivas por la pandemia.
Anoche, Victoria disfrutó de una noche con amigos en un céntrico local madrileño en el que su novio, el Dj Jorge Bárcenas, trabaja a menudo. Antes de que se diesen cuenta, el tiempo había pasado volando mientras cenaban y se acercaban peligrosamente las 00.00, hora límite para permanecer en la calle durante el toque de queda impuesto en la capital.
Por ello, la nieta del Rey Juan Carlos, consciente de que había prensa esperándola a las puertas del restaurante para preguntarle por la regularización fiscal de casi 700.000 euros por parte de su abuelo para evitar un posible proceso judicial a causa del uso de tarjetas black, decidió tomar una medida desesperada. E, intentando no ser vista y pasar desapercibida, a Victoria Federica no se le ocurrió nada mejor que salir del local tumbada en la parte de atrás del coche de su novio. Al más puro estilo Ana Obregón – que siempre ha hecho gala de usar esa fórmula para despistar a los paparazzi – la hija de la Infanta Elena hizo que Jórge Bárcenas metiese su vehículo en el garaje para poder esconderse y salir, sin ser vista, del restaurante donde estuvo disfrutando de la noche madrileña hasta las 00.05 de la noche.