Plato ibérico, español y tradicional donde los haya. La tortilla de patatas es un recurso para muchas situaciones y momentos diferentes, y nunca cansa. Pese a su sencillez, es un plato contundente, delicioso y fácil de hacer. Nunca falla la tortilla de patata, y sabemos que ante cualquier emergencia es una receta ideal que nos sacará del apuro. La clásica disputa sobre el plato suele reducirse a si la tortilla de patata debe llevar o no cebolla. Hay opiniones para todos los gustos, y generalmente opiniones enconadas y posiciones muy firmes. Nadie quiere ceder en esta cuestión, pero la tortilla de patata da para mucho más.
En la mayoría de bares y restaurantes españoles, y también en casi todas las casas, la tortilla de patatas que nos encontramos es la tradicional. Es decir, huevo, patatas y, si acaso, cebolla. Y nada más, aunque el plato admite infinidad de variedades y de rellenos. Solo hace falta tener un poco de imaginación, atreverse a cambiar la costumbre y dominar estos trucos.
5Tortilla de jamón y queso
Para hacer esta tortilla necesitaremos unas cuatro patatas, seis huevos, cebolla si así lo queremos, aceite de oliva, sal, unas lonchas de jamón y unas lonchas de queso para fundir. La tortilla de patatas de la parte de arriba, la tapa superior, ha de ser fina y la hacemos como una tortilla normal y corriente, a manera clásica. De la otra tortilla, la inferior, tenemos que cuajar solamente la base.
Esto lo conseguimos no dándole la vuelta a la tortilla, sino moviendo la patata y el huevo a fuego lento. En cuanto empiece a adquirir forma, montamos el relleno. Primero unas capas de queso, luego jamón, otra capa de queso y otra de jamón. Finalmente, se coloca encima la otra tortilla ya cuajada y se deja a fuego medio durante unos tres minutos o hasta que funda el queso.