Plato ibérico, español y tradicional donde los haya. La tortilla de patatas es un recurso para muchas situaciones y momentos diferentes, y nunca cansa. Pese a su sencillez, es un plato contundente, delicioso y fácil de hacer. Nunca falla la tortilla de patata, y sabemos que ante cualquier emergencia es una receta ideal que nos sacará del apuro. La clásica disputa sobre el plato suele reducirse a si la tortilla de patata debe llevar o no cebolla. Hay opiniones para todos los gustos, y generalmente opiniones enconadas y posiciones muy firmes. Nadie quiere ceder en esta cuestión, pero la tortilla de patata da para mucho más.
En la mayoría de bares y restaurantes españoles, y también en casi todas las casas, la tortilla de patatas que nos encontramos es la tradicional. Es decir, huevo, patatas y, si acaso, cebolla. Y nada más, aunque el plato admite infinidad de variedades y de rellenos. Solo hace falta tener un poco de imaginación, atreverse a cambiar la costumbre y dominar estos trucos.
2La clásica tortilla de atún
Dentro de las tortillas rellenas, tal vez la de atún sea la más usual de todas, y lo cierto es que este ingrediente pega muy bien con el huevo y la patata. Y es muy sencilla de preparar utilizando una serie de ingredientes que siempre solemos tener en la despensa. Basta con tres latas de atún, cuatro patatas, seis huevos, sal, aceite de oliva y mayonesa. Empezamos pelando y picando las patatas, que se ponen luego en la sartén a fuego medio para que se vayan haciendo.
Entre tanto, podemos batir los huevos y los salamos. Una vez batidos añadimos la patata ya hecha y, si es el caso, la cebolla. Se mezcla y revuelve todo bien y echamos el contenido de nuevo en la sartén. En cuanto esté cuajada, es hora de la operación delicada, que consiste en abrirla por la mitad para untar en el medio el atún y la mayonesa. Ya solo nos queda cerrarla, encajar bien las dos mitades y sentarnos a comer.