El Real Madrid venía de un momento muy complicado tras caer en dos oportunidades consecutivas, contra el Alavés y el Shakhtar Donetsk, por lo que la continuidad de Zinedine Zidane estaba en entredicho. Los resultados mandan y los últimos que ha obtenido el conjunto merengue no son muy buenos; sin embargo, lo que más preocupa es el juego tan pobre que había mostrado en esas derrotas. Sin ideas, sin planes de respaldo, sin nadie que aportara algo diferente; pero una vez más el equipo respondió en el momento de la verdad y ante el Borussia Mönchengladbach se quedaron con un triunfo que los mete en los octavos de final de Champions League. Aunque lo más importante fueron las sensaciones que dejaron algunas piezas claves y entre las que más se lucieron estuvo la de Lucas Vázquez.
Para muchos se había convertido en motivo de burlas y memes, pero el gallego ha aguantado y su trabajo arduo ha dado sus frutos. A pesar de que ahora se luce desde el lateral derecho, no cabe duda de que eso demuestra las razones por las cuales Zidane lo considera uno de los suyos; porque en los momentos claves no lo deja tirado y trabaja como el que más, así sea en una posición que no es la suya. Sin embargo, Vazquez también se esfuerza para dejar claro que no está en el Real Madrid de casualidad y ahora que su renovación está en el aire muchos se cuestionan porqué aún no ha firmado. Sus inicios no han sido fáciles y poco a poco ha ido escalando; pero ahora brilla con los propia en una escuadra en la que se espera que sean otros los que deslumbren.
2Un gran paso en el Espanyol
Para la temporada 2014-2015, con 23 años, Lucas Vázquez salió a buscarse un futuro como profesional en un conjunto que ya se está acostumbrado a darle cabida a varios jugadores merengues: el Espanyol. Con su etapa finalizada en el Castilla y sin espacio en el primer equipo, fue el conjunto catalán el que le ofreció la oportunidad de vivir por primera vez la experiencia en Pirmera División. El de Curtis cuajaría una buena temporada con los blanquiazules, al punto de ser uno de sus futbolistas más fuertes y comandar los ataques con sus escapadas por las bandas. Titular indiscutible, el gallego acabó con 39 partidos, cuatro goles y nueve asistencias, entre todas las competiciones; números más que suficientes para ganarse un boleto de vuelta al equipo de su vida que no iba a desperdiciar.