Amigos de la Tierra ha presentado este viernes 11 de diciembre el ‘Atlas de los Insectos’ con el que alertan de la desaparición a un ritmo que «asusta» de estos invertebrados debido a causas antropogénicas por lo que lanzan el mensaje de que «hay que cuidar a los insectos» y «mejorar la imagen» de unos animales tachados de «problema por generar plagas para la agricultura, por transmitir enfermedades o porque las moscas son molestas».
Así se ha expresado el director de la Fundación Transición Verde, Raúl Gómez, a la hora de defender a una especie que ha catalogado como «un pilar de vida en el planeta» y que, según los últimos estudios científicos, a pesar de que existen unas 5,5 millones de especies distintas de insectos, se encuentran frente a «serias amenazas» que reducen su población.
El Atlas, ha recalcado Gómez, señala que de 73 estudios realizados por todo el planeta con insectos, se ha determinado que en 41 especies hay «notables» reducciones de las especies estudiadas y 31 de estas 41 especies están «amenazadas».
Ante esta situación, el director ha resaltado los beneficios de estos invertebrados y ha recordado que son responsables de la descomposición de excrementos o cadáveres de animales, y también que son la base alimentaria de «miles de animales» e incluso aparecen en el sistema alimentario de los seres humanos en algunos países.
De hecho, el Atlas advierte de que faltan estudios sobre insectos aunque este hecho, ha aclarado Gómez, no oculta que las conclusiones sean las mismas: «los insectos están desapareciendo en todo el mundo y en todos los hábitats». Entre las amenazas de la especie, el director ha enumerado la intensificación e industrialización de la agricultura por el uso de pesticidas, que ha aumentado un 500% en los últimos 6 años, por la ampliación de los terrenos de cultivo.
En cuanto al cambio climático, ha reconocido que, aunque en la actualidad no se pueden concretar qué consecuencias provocará en el futuro, sí se ha determinado que produce desequilibrios al contribuir a la desaparición de especies en climas más cálidos mientras que aumentan en otros más fríos, lo que, a su juicio, desencadenará episodios de plagas al afectar negativamente a los depredadores de las especies más dañinas, lo que favorecerá la expansión de estas.
«FUNDAMENTALES» PARA LA BIODIVERSIDAD
El Atlas también ha contado con la colaboración del entomólogo del departamento de biología de la Universidad Autónoma de Madrid, José Luis Viejo, quien también ha resaltado que los insectos son «fundamentales» para la biodiversidad y ha celebrado que en los últimos dos años tanto organizaciones ecologistas como el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) hayan lanzado campañas para defender a los insectos.
«Se está cambiando el paradigma y nos estamos volcando en los insectos. Ellos son pequeños gigantes que soportan el ecosistema terrestre. Son una parte extremadamente importante de la vida», ha sostenido Viejo, que ha considerado que su abundancia como especie «juega en su contra».
El Atlas consta también de un capítulo a la situación de los insectos en España pero, como ha asegurado Viejo, «aún no se conoce del todo la biodiversidad de insectos», aunque ha matizado que se tiene un conocimiento «adecuado», debido a que es difícil saber la dinámica de las poblaciones o también la distribución geográfica.
Por otro lado, el responsable de biodiversidad de Amigos de la Tierra, Lawrence Sudlow, ha destacado que en el Atlas se trata la actitud política ante la situación de los insectos bajo el título ‘Muchas promesas, muy poca acción’, por lo que ha denunciado que los políticos «no se deciden a dar respuestas tangibles» y se muestran «reticentes» a enfrentarse a la industria agropecuaria.
En este sentido, Lawrence Sudlow ha criticado que en la nueva Política Agraria Común (PAC) hay «bastante» incoherencia en el gobierno español y en los socios europeos. Además, ha insistido en que la agricultura deberá formar parte de la solución al problema de la reducción de especies de insectos.