Lanzado hace menos de tres semanas, el satélite Sentinel-6 Michael Freilich de Copernicus no solo acaba de enviar los primeros datos, sino que sus resultados muestran que funciona mucho mejor de lo esperado. Gracias a su novedosa y sofisticada tecnología altimétrica, Sentinel-6 está listo para proporcionar datos excepcionalmente precisos sobre la altura del nivel del mar que permitirán monitorizar su preocupante tendencia ascendente.
Sentinel-6 Michael Freilich fue lanzado desde California el 21 de noviembre. Una vez enviada la primera señal indicando que estaba ‘sano y salvo’ en el espacio, el centro de operaciones de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Alemania se ocupó de él durante sus primeros días en órbita, antes de cederle el testigo a EUMETSAT para la puesta en servicio y las operaciones y distribución de datos posteriores.
El satélite alberga la más moderna tecnología europea de altimetría por radar, que permitirá prolongar los registros a largo plazo de los datos de altura de la superficie del mar que comenzaron a principios de los años 90.
El 30 de noviembre, los operadores de vuelo conectaron el altímetro Poseidon-4 a bordo de Sentinel-6, desarrollado por la ESA. Al analizar los datos iniciales, los especialistas quedaron sorprendidos por su calidad. Estos primeros datos se han presentado este jueves con tres imágenes principales en la European Space Week.
«Ya estamos viendo que el satélite proporciona datos increíbles gracias a la arquitectura digital de Poseidon-4 y a incluir por primera vez en la altimetría un procesamiento de radar de apertura sintética de alta resolución y, al mismo tiempo, un modo convencional de baja resolución –explica Craig Donlon, científico de la ESA para la misión Sentinel-6 de Copernicus–. Esto nos permite medir con técnicas de radar de apertura sintética, mucho más precisas, y compararlas con Jason-3 para entender la mejora en el registro de datos climáticos. Sobre todo, también podemos ver que los datos tienen muy poco ruido, por lo que disponemos de unos datos muy limpios con los que trabajar».
Por su parte, Josef Aschbacher, director de Programas de Observación de la Tierra de la ESA, asegura: «Estamos muy contentos con estos primeros resultados y orgullosos de ver lo bien que funciona el altímetro radar que hemos desarrollado en la ESA».
No obstante, afirma que Sentinel-6 de Copernicus es una misión construida en cooperación con la Comisión Europea, EUMETSAT, la NASA, la NOAA y el CNES, y «todas las partes han desempeñado un papel esencial para que esta misión fuera el éxito que está demostrando ser hoy».
Otro resultado sorprendente sugiere que la posición de los satélites en el espacio puede entenderse mejor de lo que creíamos hasta ahora. Un altímetro radar deriva la altura del satélite por encima de la Tierra midiendo cuánto tiempo tarda un pulso de radar transmitido en reflejarse en la superficie terrestre.
Para ello, Sentinel-6 transporta un paquete de instrumentos de posicionamiento, incluido un sistema que puede utilizar señales tanto de GPS como de Galileo. Llama la atención que al añadir las mediciones de Galileo ha mejorado la calidad en la determinación de la órbita, lo que contribuye a los resultados generales de la misión.