Comer verduras puede resultar para muchos una gran delicia, sin embargo, existen otras personas a las que no les gusta nada estos alimentos. Las personas suelen tener un rechazo a los vegetales desde que son pequeños.
Seguramente has escuchado millones de veces lo buenas que son las verduras. Sobre todo, porque son ricas en nutrientes y te llenan con pocas calorías por lo que puedes comer en grandes cantidades y no ingerir tantas calorías en una comida.
No obstante, el disgusto por estos alimentos puede resultar una condición genética.
4Puedes adaptar tu cerebro para comer más verduras
Tal vez seas una de esas personas a las que no le gustan todas las verduras, pero puedes entrenarte para incorporar más a tu alimentación. A la hora de incorporar más verduras a tu dieta debes pensar de manera positiva.
Esto puede ayudarte a engañar el cerebro para que tengas más ansias de probarlas. De acuerdo con investigaciones, las personas están más dispuestas a consumir verduras cuando este alimento les es descrito de una manera condescendiente y estimulante.
Además, lo aceptan más positivamente cuando no se les menciona el aspecto saludable. Por otra parte, es probable que estos alimentos comiencen a gustarte si notas que cuando los consumes te sientes mejor y tu salud ha mejorado.
El concepto de “aprendizaje asociativo sabor-nutriente” te ayuda a que puedas ver las verduras de una manera más positiva.