Comer verduras puede resultar para muchos una gran delicia, sin embargo, existen otras personas a las que no les gusta nada estos alimentos. Las personas suelen tener un rechazo a los vegetales desde que son pequeños.
Seguramente has escuchado millones de veces lo buenas que son las verduras. Sobre todo, porque son ricas en nutrientes y te llenan con pocas calorías por lo que puedes comer en grandes cantidades y no ingerir tantas calorías en una comida.
No obstante, el disgusto por estos alimentos puede resultar una condición genética.
3También existen factores psicológicos
Algunos factores genéticos son capaces de predisponerte a para que no te gusten las verduras. Puedes nacer con genes supercatadores de sabores y tener más papilas gustativas que otras personas. Lo que hace que los percibas de manera más intensa, sobre todo con los amargos.
Sin embargo, hay más factores relacionados. Si eres de esas personas a las que les obligaban a comer brócoli a la fuerza cuando eras niño, posiblemente de adulto tampoco quieras comerlos.
Esto se debe a la asociación traumática que podrías tener con ese alimento. A pesar de que esta reacción es subconsciente, algunos alimentos podrían provocarte sentimientos negativos.
