La noche ha caído definitivamente para un FC Barcelona que una vez más hizo un ridículo monumental en Champions League y despejó la duda de cuál de las versiones que había mostrado, en LaLiga Santander o Europa, era la verdadera; sin duda la respuesta es que el equipo real es que ha palmado una y otra vez en el campeonato local para estar a solo tres puntos del descenso, algo en lo que Ronald Koeman sería gran responsable.
El fichaje del neerlandés, que supuestamente llegaba para acomodar las cosas y darles más variantes de juego al equipo, no ha funcionado como quería y los malos resultados ahora se combinan con un pobre rendimiento que tiene estupefactos a todos los seguidores culés que no entienden porqué el equipo juega tan mal; aunque eso si, una de las claves la pudo haber dado la misma plantilla del Barcelona, pero el el técnico blaugrana no quiere aceptarlo.
Un esquema que no los beneficia
Para los jugadores blaugranas la razón de los malos resultados viene debido al esquema que utiliza Koeman: el 4-2-3-1. Tal y como adelanto el periodista Adrià Albets, además de otros medios que ya se hicieron eco, los futbolistas del conjunto catalán dudan que el sistema de juego que coloca el entrenador sea el más conveniente para ellos. Los futbolistas asumen que su rendimiento actual no es el adecuado, pero también habrían dicho que si utilizaran algunos métodos distintos las cosas podrían salir mucho mejor.
Todos ya le habrían expresado sus dudas y agregaron que con otro esquema táctico, además de otras variantes cuando ya los partidos estén en marcha, podrían beneficiarse mucho. Tampoco es que quieran oponerse al técnico del Barcelona, de hecho su idea de juego no les desagrada del todo debido a que con ciertos rivales o en momentos precisos puede funcionar, pero debe haber más variantes cuando las cosas se tuercen y allí solo puede meter mano el entrenador. Sin embargo, se han dado de lleno contra una pared que no quiere escuchar razones.
Koeman no quiere variar nada
Los futbolistas saben que es su responsabilidad cuando salen al campo; además de que son ellos los que mueven el balón en el terreno de juego, pero si el entrenador ve que las cosa no andan bien apreciarían esos cambios necesarios para cambiar el rumbo de un mal partido. La cosa es que para Koeman solo parece existir ese 4-2-3-1 y no lo cambia por nada del mundo, así el equipo lo esté pasando muy mal.
Ya otros clubes, sin contar al Barcelona, han sufrido de la negativa de un estratega neerlandés a variar las cosas. Precisamente es esa inflexibilidad lo que tendría más preocupado a un conjunto catalán que ya está cansado de caer cada año en Champions League. La rigidez de Koeman los ha llevado a tener un rendimiento muy irregular y aunque los jugadores quieren esforzarse; porque no quieren que se vuelva a repetir otra noche como ante el Bayern en Lisboa, sin la visión de un entrenador que desde afuera los ayude es prácticamente imposible que obtengan un resultado distinto. Ya la Juventus dio prueba de lo que puede pasar en una eliminatoria y eso es algo que el neerlandés debería tener muy en cuenta.