El nuevo centro de cría para tratar de salvar al urogallo cantábrico de la extinción estará listo a final de 2020 o en las primeras semanas de 2021 en la finca de Valsemana, en La Ercina (León), según ha informado este jueves el grupo de trabajo sobre la situación crítica del urogallo cantábrico.
El grupo se ha reunido para analizar los avances en las estrategias para salvar de la extinción a esta especie, de la que según el último censo realizado en 2018 apenas quedan 292 ejemplares.
El encuentro del Grupo, del que forman parte el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico y las comunidades autónomas de Cantabria, Principado de Asturias, Castilla y León y Galicia ha abordado las líneas de trabajo para la conservación, los seguimientos, censos la captura y radiomarcaje, así como la evolución en la mejora de supervivencia.
Entre los avances en la situación crítica del urogallo cantábrico (Tetrao urogallus cantabricus), los representantes de Castilla y León han señalado que el nuevo centro de cría en la finca de Valsemana, en La Ercina (León) que se construye desde el pasado mes de julio está próximo a terminar su construcción, que se prevé que acabe entre finales de 2020 y las primeras semanas de 2021.
En el diseño del centro se han revisado las experiencias de cría en cautividad del urogallo, tanto de programas de conservación de las administraciones públicas como de criadores aficionados de toda Europa (Inglaterra, Escocia, Polonia y España).
Del mismo modo, se han definido instalaciones para abordar la cría en cautividad bajo esquemas de reproducción natural y también de reproducción artificial mediante técnicas de inseminación e incubación artificial. Se trata de las técnicas más modernas que se utilizan en la actualidad en programas de cría de especies amenazadas, aunque las del urogallo precisan aún de un mayor desarrollo.
Asimismo, se han presentado los trabajos del programa de conservación ex situ realizados durante 2020 en el centro de cría en cautividad de Sobrescobio (Asturias) y han repasado los avances en la actualizaciónde documentos de coordinación del programa y de protocolos de trabajo. También se han conocido los objetivos de los estudios genómicos que se encuentran actualmente en marcha por parte del Instituto de Biología Evolutiva (IBE-CSIC).
El objetivo de estos trabajos es sentar las bases para el futuro programa de conservación ex situ, analizando la salud genética de la población de urogallo cantábrico, así como su afinidad genética con las poblaciones pirenaicas y con el resto de subpoblaciones europeas de la especie.
El grupo de trabajo sobre la situación crítica del urogallo cantábrico fue creado mediante una orden ministerial en septiembre de 2018, la misma por la que se declaró la situación crítica de diferentes especies de fauna y flora silvestres, entre ellas el urogallo cantábrico.
En la reunión de constitución del grupo se definieron las líneas estratégicas de actuación con la especie que se basan en el desarrollo de un censo genético, de estudios de predación por mesomamíferos carnívoros sobre las poblaciones silvestres de urogallo y el refuerzo del programa de conservación ex situ.
Desde entonces, según el MITECO se ha avanzado en la ejecución del nuevo censo genético, que mostró una población estimada de 292 individuos en todo el cantábrico en 2018 y este análisis está pendiente de una nueva estimación poblacional conjunta cuyos resultados finales están pendientes; la implantación de estudios de evaluación de los efectos de la predación; el impuso al programa de conservación ex situ de la especie con la puesta en marcha del centro de cría del urogallo en Valsemana (La Ercina, León) y el reforzamiento de actividades en Sobrescobio (Asturias).