Hoy se celebra en todo el mundo el Día de los Derechos Humanos, pero quizá pocos saben quién acuñó por primera vez este término. Cuentan que fue un español, el fraile sevillano Bartolomé de las Casas, quien usó por primera vez la expresión. Lo hizo en su libro ‘De los hombres que se han hecho esclavos’.
Y es que Fray Bartolomé era un religioso y pensador que había acompañado a Colón en su viaje a ‘Las Indias’ que hizo historia al posicionarse al lado de los más débiles en la Conquista española de América. A los 30 años renunció a todo aquello que la corona le había legado tras explotar a los indios y desde entonces se dedicó a defenderlos.
Aunque en España no se ha conocido la historia de Fray Bartolomé como se merece, fuera del país sí que ha tenido reconocimientos importantes. En Francia, por ejemplo, y durante el periodo revolucionario de finales del siglo XVII, Jacques Danton, jefe del Gobierno galo, se acordó de él y «de los grandes principios que desarrolló y habían sido olvidados» cuando se abolió la esclavitud en la nación vecina.
1¿QUIÉN ERA BARTOLOMÉ DE LAS CASAS?
No era una persona más el tal Bartolomé de las Casas. El conocido fraile, que nació a finales del siglo XV, procedía de una conocida estirpe de caballeros, pero pronto decidió que lo suyo eran las letras. Se graduó en Derecho en la Universidad de Salamanca, conoció a Colón y se fue con él a ‘Las Indias’. Ahí ni sospechaba que iba a ser el ‘padre’ de los derechos humanos.
Ya en América, se asentó en Santo Domingo, donde comenzó a hacer de encomendero, una forma encubierta de esclavitud. Ahí comenzó a ver las injusticias que se cometían con los indígenas. En 1510 se ordenó sacerdote y empezó a tejer más relaciones sociales con los nativos y a solicitar medidas para su protección.
Junto con Francisco de Vitoria, Bartolomé de las Casas es considerado, aparte, uno de los fundadores del derecho internacional moderno. Ambos se encargaron de definir las relaciones entre los imperios europeos y los pueblos que se habían descubierto en el Nuevo Mundo. Cabe recordar que en 2001 la Iglesia católica comenzó su proceso de beatificación.