El sablazo que te dará Hacienda si te toca el Gordo de la Lotería de Navidad

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Tras el Black Friday comienza el periodo prenavideño. Pero todo el mundo sabe que el inicio oficial de la Navidad lo dan los Niños de San Ildefonso el día del sorteo de la Lotería de Navidad. Desde agosto, e incluso antes, todo el mundo está comprando boletos y numeritos con la ilusión de que le toque el Gordo. Ese es el sueño de todo el que participa, que le toque el gran premio. Con él, seguramente, muchos taparían huecos, se comprarían un coche y una casa y se retirarían a vivir. Pero no es oro todo lo que reluce.

Cuando te toca un gran premio como es el Gordo de la Lotería de Navidad, Hacienda llama a tu puerta. Sin embargo, y por suerte, este año 2020 esto ha variado en cierto punto. No todo iban a ser malas noticias y este año el organismo de los impuestos te va a requerir menos de tu dinero en caso de ganar. Así pues, si has ganado hasta 40.000 euros, no vas a tener que pagar nada por ese dinero. Esto ha subido, ya que el año pasado tenía que declarar tus ganancias a partir de 20.000 euros. Vamos a ver los sablazos que te mete Hacienda si ganas el Gordo o cualquier otro premio de la Lotería de Navidad.

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Cuánto tributa la Lotería de Navidad

Vamos a ver lo que tributan los grandes premios. El gordo de la Lotería de Navidad te premia con 400.000 euros por décimo. Los 40.000 primeros euros están exentos, así que solo se tributa por 360.000. Hacienda te sablará nada menos que 72.000 euros. Solo por haber ganado.

El segundo premio te otorga 125.000 euros por cada décimo que te haya tocado. Quitando los 40.000 primeros, solo tributas por 85.000 euros. Es decir, que 17.000 euros son para hacienda y 108.000 íntegros para ti.

En cuanto al tercer premio, ganarás si te toca 50.000 euros por décimo. De ellos, 2.000 euros van a ir a parar a las arcas del estado. Los 48.000 restantes van a ser para que te los gastes en lo que quieras.

Esto es un suculento pellizquito para hacienda por no hacer nada. Y a tí no te va a dejar nada contento el tener que pagárselo.