El FC Barcelona alcanzó la gloría en el 2015 al conquistar un nuevo triplete en su palmarés, gracias a un juego excelso y un poco más directo que en otros años; pero con la posesión característica de bandera. Esa final contra la Juventus fue realmente sublime y pese a las dificultades se impusieron de gran forma; no obstante, paradójicamente esa fue la última noche realmente impresionante del club azulgrana que a partir de allí a pasado sin pena ni gloria en una competición que se ha convertido más una fábrica de tristezas que la bendición que debería significar.
Desde esa ocasión en el 2015, el conjunto blaugrana se ha presentado en distintos escenario y aunque en algunos de ellos los árbitros los hayan salvado, en siguiente ocasión la caída ha sido mucho peor que si los hubieran dejado fuera en las primeras de cambio. El ridículo que han sufrido ha sido monumental en los últimos años y una vez más vuelven a experimentar esa sensación ante una Juventus que les ha agarrado la medida, pero se nota aún más el pesar en este Barça que, sin duda, es el que peor nivel ha exhibido en los últimos tiempos. Las derrotas han sido duras, pero ya hay tantas que a muchos barcelonistas les costará saber cual es peor.
2La noche más nefasta del Barcelona
Para el Barcelona no hay una peor noche que la vivieron en Lisboa contra el Bayern Múnich. En el año más atípico en la historia del fútbol, la Champions League tuvo que jugarse en la capital de Portugal en unas eliminatorias a partido único a partir de los cuartos de final, fue justo en esa instancia que el Barça y el conjunto bávaro se midieron; pero no pudo ser peor rival para los blaugranas.
Un equipo alemán muy superior, física y tácticamente, le pasó por encima y no le dio oportunidad al Barcelona de despertar en ningún momento. El autogol de Alaba y el tanto de Luis Suárez solo sirvieron para maquillar el ridículo que les ocasionaron los goles de de Müller (por partida doble), Perisic, Gnabry, Kimmich, Lewandowski y Coutinho (con doblete). La humillación ya es historia de la Champions y será una noche imborrable en la memoria de una afición culé que se está acostumbrando a sufrir.