La carrera de Roger Federer ha estado plagada de éxitos y récords que para la mayoría de los mortales serían casi imposibles de lograr. Su talento y calidad lo han llevado a convertirse en uno de los mejores tenistas de todos los tiempos y estar batallando junto a Rafael Nadal y Novak Djokovic en una carrera para determinar quien de los tres se transforma en el mejor de la historia. Aunque ahora se encuentren casi que cabeza con cabeza, los integrantes de este llamado «Big 3» van con todo por conquistar la gloria.
Tras superar algunos percances y en su preparación de cara una nueva campaña, el 2020 atípico y en el que solo pudo disputar un solo torneo de tenis (Abierto de Australia) quedará en el pasado. El suizo no quiere perder el tiempo y por sus 39 años de edad está apurando las últimas balas que le quedan dentro de un circuito cada vez más competitivo. Sin embargo, su edad es precisamente una hecho que le ha permitido conseguir un nuevo registro, simbólico después de todo; pero demuestra a todas luces que está hecho de otra pasta.
Federer aún continúa en la élite
Por primera vez en su carrera Roger Federer conquista una marca que hasta hace poco era imposible de realizar, pero que por sus 39 años y otro hecho importante al fin a logrado: se acaba de convertir en el jugador más longevo que termina el año en el Top-100 del ránking ATP. El helvético se quedo con este registro tras salida Ivo Karlovic de los primeros 100 tenistas del circuito.
Ese honor de ser el jugador más longevo del circuito entre los mejores lo había ostentado el tenista croata de 41 años de edad durante las últimas temporadas; pero tras su caída en el listado hasta el puesto 147 dejó que Federer se quedara con ese lugar. El helvético, a pesar de su poca participación en eventos durante esta campaña, logró mantenerse entre los 10 mejores al acabar en la quinta casilla con 6.630 puntos acumulados.
Un 2021 para volver con todo
Con una concentración máxima y las ganas a tope, ahora Federer se prepara de lleno junto a su equipo para afrontar de la mejor manera posible la campaña 2021. En la mira obviamente está el Abierto de Australia como la primera parada; no solo para comenzar el año, también para medir sus aspiraciones de cara a lo que se le vendrá encima. Las aspiraciones son altas y el hecho de que el primer Grand Slam del año se retrase unas semanas debido a las medidas que se están tomando por la pandemia, lo beneficiará en su recuperación.
Junto con su preparación a tope y tener una buena participación en Australia, el suizo tiene en la mira otros torneos importantes como Wimbledon y llegar bien para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Su estado físico le irá marcando el calendario a seguir, pero en la mente del helvético solo divertirse y seguir demostrando que sirve para el tenis, pues es lo que más ganas tiene de hacer.