En los años 70 y 80, las bandas de música infantiles se convirtieron casi en éxito seguro. Nins o Enrique y Ana eran una gran prueba de ello. Por ello, la discográfica Discos Belter decidió en 1979 sacar partida de ello y crear una banda. La banda se llamó Parchís y el resto como se suele decir, es historia. En los seis años de vida del grupo, entre 1979 y 1985, el grupo edito más de una veintena de discos, rodaron 7 películas, vendieron millones de álbumes y dieron conciertos por todo el mundo, ya que su fama se extendió de forma exagerada. Llegaron incluso a actuar en el mítico Madison Square Garden de Nueva York. Todos conocemos la historia del mítico grupo, pero veamos qué fue de los miembros del grupo Parchís.
Discos Belter realizó un casting en el verano de 1979 en Barcelona, y ya tenían en mente que el grupo sería colorido, llevarían el nombre de Parchís y contaría con cuatro componentes, los cuatro colores del juego. Pero tras el proceso de casting decidieron incluir a un quinto miembro que sería el dado, porque sin él no hay juego alguno. La apuesta fue tal que para finales del año 1979 el grupo lanzó un primer disco basado en versiones de algunas de las canciones más conocidas y alguna nueva canción. Los niños crecieron y tras varios cambios en su formación la banda terminó por disolverse. En 2019, Netflix estrenó un documental en homenaje al grupo.
Veamos primero algo sobre Parchís y luego qué fue de sus miembros originales.
2Tino Fernández, la ficha roja
Constantino Fernández, nacido en Barcelona, tiene 53 años actualmente. Era el gran líder del grupo, el mayor y la gran voz solista en la mayoría de las canciones de Parchís. Era considerado el componente vital de la banda y como dijimos anteriormente, su salida del grupo en 1983 tras cumplir 16 años, es considerada como el final del grupo.
Al salir de Parchís continuó en el mundo de la música pero se dirigió principalmente a un público algo más mayor que el de Parchís. Sacó tres álbumes al mercado en su carrera como solista pero no llegaron a triunfar entre el público. Se retiró y no se volvió a saber mucho de él hasta finales de los 90, cuando sufrió un accidente de tráfico al querer esquivar a una furgoneta. Tino Fernández perdió su brazo izquierdo, lo que le ocasionó una terrible depresión. Tras superar esa mala época trabajó en empresas editoriales, de telefonía, dirigió una compañía de limusinas, montó un estudio de grabación y luego se dedicó al periodismo deportivo.