El esguince es una torcedura que puede ser leve o grave, que deja el tobillo con mucho dolor. En cualquier caso esta lesión debe ser tratada con cuidado para que no se complique y acabe afectando a la forma de andar. Las torceduras y los esguinces se producen con mayor frecuencia en el tobillo.De hecho, son las lesiones más frecuentes en el fútbol.
Cómo tratar un esguince
En caso de un esguince leve o una simple torcedura, que puede ser provocado por el uso prolongado de tacones, convieneaplicar estas 4 medidas lo antes posible para aliviar las molestias y favorecer la recuperación:
1.Guarda reposo
Descansa. Evita actividades que provoquen dolor, hinchazón o molestia. Esta recomendación es el principal cuidado para no empeorar la lesión. Evita mover la articulación afectada. Tampoco intentes desplazarte con normalidad.
2. Usa hielo
Aplica frío en la zona (es la llamada crioterapia). Usa una compresa de hielo o sumerge la zona afectada en agua helada durante 15 a 20 minutos y repite el proceso cada 2 o 3 horas mientras estés despierto. Si tienes una enfermedad vascular, diabetes o disminución de la sensibilidad, comunícate con tu médico antes de aplicar el hielo.
3. Eleva la zona afectada
Mantén el miembro afectado en alto, por encima del nivel del corazón. Esto ayuda a drenar la zona y, por lo tanto, también disminuye la inflamación.
4.Comprime la zona
Para ayudar a detener la hinchazón, comprime el tobillo con una venda elástica hasta que la inflamación se detenga. No ajustes demasiado la venda para no dificultar la circulación.
Si el esguince es grave
En este caso, la inmovilización suele ser total y debe realizarse bajo supervisión médica, para evitar daños mayores del ligamento. El regreso a la vida normal será progresivo según vaya curando la lesión y el dolor remita.
De no ceder el dolor debes acudir al médico
El médico realizará un examen físico, en el tobillo, el pie y la parte inferior de la pierna. Palpará la piel situada alrededor de la lesión en busca de puntos de sensibilidad y moverá tu pie para verificar la amplitud de movimiento e identificar cuáles son las posiciones que provocan malestar o dolor.
Si el caso lo amerita recomendará una o más pruebas de diagnóstico por imágenes para descartar fracturas de huesos o para evaluar con más detalle la magnitud del daño en el ligamento.
Entre estas imágenes están las radiografías, las imágenes por resonancia magnética (IRM), esto para ver en más detalles las estructuras internas blandas del tobillo, incluidos los ligamentos.
Exploración por tomografía computarizada (TC) para captar la zona afectada en imágenes tridimensionales o transversales.
Ecografía. Estas imágenes pueden ayudar al médico a evaluar el estado de un ligamento o tendón mientras el pie se encuentra en diferentes posiciones.
Esguince de tobillo tratamiento fisioterapéutico
La fisioterapia puede ayudar a recuperar la funcionalidad normal de la articulación. Suele consistir en la realización de determinados ejercicios bajo asesoramiento de un especialista y la aplicación de masajes.
Habitualmente los esguinces se curan por completo en un periodo de entre dos semanas y dos meses, en función de la severidad de la lesión.
Claro está, hay que seguir bien todos los consejos médicos ya que si no puede quedar «mal curado» y causar lo que se conoce como inestabilidad crónica del tobillo, que provoca un dolor poco importante pero continuo en la zona que puede resultar muy molesto y acabar afectando a la forma de caminar, por ejemplo, causando dolor en otras partes del cuerpo como la cadera o la espalda.
Por qué se produce un esguince
Un esguince es la lesión de uno o varios ligamentos, que son las estructuras que mantienen los huesos unidos entre sí. En el pie hay muchos huesos y ligamentos que son tejidos fuertes y flexibles que mantiene unidos los huesos.
Cuando el pie aterriza de manera inconveniente, algunos ligamentos se pueden estirar y romperse. Esto se denomina esguince. Cuando la lesión se produce en la parte media del pie, se denomina esguince de la parte media del pie.
El de tobillo es el más habitual y sucede por un mecanismo de inversión forzada de esta articulación. Al doblarse el pie hacia dentro, se estiran en exceso los ligamentos de la parte externa.
Cuándo sé que tengo un esguince
Tras una torcedura, lo habitual es que aparezca dolor en la zona. Este aumenta con el movimiento de la articulación y al tocarla. Según avanzan las horas, comienza a inflamarse e, incluso, puede aparecer un hematoma en las 24 horas siguientes a la torcedura.
Si en el momento de la torcedura has percibido una especie de chasquido, es probable que el ligamento se haya roto. Si el esguince no se cura bien, puede cronificarse
El esguince puede impedir el movimiento de la articulación, por lo que esta deja de ser funcional o bien puede presentar limitaciones hasta su curación. Es importante no forzar la articulación, por ejemplo caminando en el caso de esguince de tobillo, ya que si no se cura por completo la lesión puede cronificarse y reproducirse con la más mínima torcedura.
Tipos de esguinces
No todos los esguinces son iguales. En función de su gravedad, existen 3 tipos:
Primer grado. Los ligamentos se distienden y se deforman más allá de lo que su elasticidad les permite, pero sin llegar a romperse.
Segundo grado. Se produce una rotura parcial de uno o varios ligamentos.
Tercer grado. La rotura del ligamento es completa.
Si al sufrir una torcedura, el dolor es muy intenso, la inflamación es importante y si no se puede mover la articulación, es necesario acudir al médico para que valore la importancia de los daños y su tratamiento.
¿Cómo se puede prevenir un esguince?
Una forma de prevenir las torceduras o esguince es mantenerse en forma realizando ejercicio físico con regularidad en terrenos planos preferiblemente. Realiza un calentamiento adecuado antes de la práctica de cualquier deporte. Además, es importante utilizar un calzado adecuado y flexible para evitar lesiones en el pie.
Tratamientos para esguince de tobillo
En la mayoría de los casos, los analgésicos de venta libre, como el ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros), el naproxeno sódico (Aleve u otros) o el paracetamol (Tylenol u otros), son suficientes para controlar el dolor producido por un esguince de tobillo.
Rehabilitación de esguince de tobillo
Puedes comenzar una actividad ligera una vez que el dolor haya disminuido y la hinchazón haya bajado. Poco a poco aumenta la cantidad de caminatas o la actividad cada día. Es importante que escuches a tu cuerpo y hasta dónde puedes llegar.