Meditar es para la mente, lo que el ejercicio es para el cuerpo. Aunque muchos son los que tienen sus opiniones marcadas sobre la meditación, no se puede descartar que es un mecanismo que funciona para relajar el cuerpo y la mente al mismo tiempo.
Tomar dos segundos de respiración y soltar, despejar la mente y concentrarnos solo en estar en silencio puede ser para algunos un tema complicado. Y es que a raíz del estrés que ocasionan los quehaceres, el trabajo, la familia, y un sinfín de circunstancias, impiden a la mente y al cuerpo tomar un descanso.
Y aunque pareciera que la meditación es una herramienta que dista de lo médico y está más relacionado con temas espirituales, quiero que sepas que no es así. Pues muchos especialistas médicos han comprobado los ‘beneficios’ de una relajación a través de la meditación.
La meditación es para algunos una práctica con la que puedes dominar la mente y al mismo tiempo lograr obtener un estado de conciencia , paz y serenidad plena. Para otros, es un método que funciona para reducir el estrés e incrementar el bienestar general.
Aunque no se conoce con exactitud el origen, se dice que surgió en la India y es parte del movimiento ascético que todos conocen como yoga.
¿Meditar funciona realmente?
Como hablamos anteriormente, se creía o aún se tiene ese concepto, que la meditación es o se desprende del tema religioso o espiritual. Que busca la comunión o el canal para conectar con el ser supremo en quien cada ser humano cree.
Pero eso ha ido disminuyendo debido a la gran cantidad de trabajos de investigación por parte de médicos , psiquiatras y psicólogos reconocidos como Kabat-Zinn. Poco a poco la meditación fue ganando terreno como uno de los tratamientos para atender el estrés, la ansiedad o la depresión.
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Por ello a continuación te muestro una lista de beneficios que puedes adquirir a través de esta práctica legendaria:
Aumentar la atención: a través de la meditación se puede incrementar la capacidad de permanecer atentos y a estar más centrados durante una actividad o trabajo.
Fortalece el sistema inmunológico: al practicarla , elevas el número de leucocitos y linfocitos, las células de la sangre que ayudan a combatir virus.
Menos impacto emocional: se dice que las personas que meditan pueden tener una mejor tolerancia al dolor, es decir tienen mejores resistencia ante situaciones críticas como la muerte de un familiar o la ruptura emocional.
Relaja: a través de la meditación, la amígdala que es el conjunto de neuronas que gestionan el miedo y la ansiedad, logra estabilizarse. Y reduce considerablemente los niveles de estrés.
Evita ataques cardíacos: aunque parece una locura, aquellas personas que meditan tienden a reducir en un 50% la posibilidad de sufrir un ataque cardíaco. Reduce la hipertensión y genera quietud.
Incrementa la materia gris: se dice que a través de la meditación, el volumen de materia gris se incrementa en áreas como la regulación de emociones y autocontrol.
Adiós arrugas: aunque eso no quiere decir que dejarán de salir canas, la meditación ayuda a tener una mayor actividad de la enzima telomerasa, esa que está encargada de mantener los extremos de los cromosomas. Es decir que ocasiona el retraso del envejecimiento celular.
Tres puntos fuertes sobre meditar
Más que liberar estrés, es uno de los gestionadores de emociones negativas como la ira. Es decir que meditar, el ser humano puede aumentar el autocontrol, siendo este un punto fuerte.
En medio de una cotidianidad y quizá un leve rechazo a los demás o molestias sobre otros, la meditación también elevan la capacidad para sentir empatía y ayuda a que tengas mejores vínculos sociales. Sin olvidar menciona que ayuda a reducir las sensaciones de soledad.
Y por último pero no menos importante de los tres puntos fuertes, es la explosión y potencia de creatividad. Es a través de este mecanismo que muchos alcanzan la claridad emocional y mental, relajan la mente y logran una mejor capacidad de concentración.
Técnicas que funcionan de verdad
Aunque no hay un método fijo que te garantizará una buena meditación, si existen consejos que puedes seguir para lograr conseguir ese momento de quietud y serenidad.
Puedes comenzar sentado sobre el suelo, sobre una almohada, sentado en una silla o acostado boca arriba. Elige la posición con la que te sientas más a gusto.
Pon tus manos en dónde sea más cómodo, puede ser sobre tus rodillas o sobre tu abdomen.
Si gustas puedes cerrar los ojos o no, pero es preferible que los cierres de esta manera evitas distraerte.
Vas a permanecer en silencio durante unos minutos, si poco a poco vas notando que tu mente va despejando, puedes alcanzar los 30 minutos. En tal caso que se haga complicado puedes fijar en el cronómetro de tu celular dos minutos y te vas incrementando los minutos cada día hasta alcanzar el tiempo deseado.
No debes hacer más que respirar de forma normal, respira tranquilamente durante ese lapso de tiempo. En caso que te hayas distraído, no pasa nada retoma y respira. Poco a poco vas a notar como vas adquiriendo serenidad y el estrés ya no será un problema.
Puedes hacerlo escuchando música, en la mañana o antes de dormir son buenos momentos. Con el tiempo puedes incluso meditar en pleno transporte público, así evitas el trajín del tráfico y los malestares.
Para que te habitúes, puedes meditar cada día o un día si y uno no. Recuerda que esto no es un tema de obligación, es más un tema de compromiso contigo mismo y de querer soltar y cambiar para sentirte mejor cada día.
