Lucas de Ulacia ha sido un piloto profesional de motos en el campeonato ESBK durante varias temporadas. Corrió en el equipo Kawasaki Palmeto PL Racing Team hasta que un accidente le arruinó su carrera. Él dice no acordarse de nada, pero la realidad es que, tras el golpe sufrido, quedó tetrapléjico. El ascenso de una futura estrella del motociclismo quedó truncado por un despiste en el último test de la pretemporada.
Ahora la vida de Lucas de Ulacia ha cambiado. Según cuenta a MONCLOA, no entrena para ser el mejor piloto, ahora entrena día a día para su nueva vida. Pero, a pesar de los problemas, Lucas nunca ha perdido la sonrisa. Las horas que antes dedicaba a ser mejor piloto, ahora las dedica a su propio cuerpo. Lucas siempre ha sido un todoterreno. Le daba igual la modalidad: Supermotard, motos de velocidad o motocross. Siempre se ha adaptado bien. Igual que ha sucedido con su nueva vida, está entrenando para adaptarse y superarse.
Lucas de Ulacia entrena 10 horas al día
Tras el accidente fue ingresado en el Hospital de Parapléjicos de Toledo. Allí, entró hecho un guiñapo, según su familia. Pero gracias a su esfuerzo y al de la fundación Dácer, la recuperación está siendo increíble. Lucas trabaja 10 horas diarias en su rehabilitación. Desde su accidente, ha conseguido recuperar gran parte de la movilidad. Todo gracias a su carácter y a su fisioterapeuta, quien le marca las sesiones y los ejercicios.
Lucas de Ulacia es una de las dos personas en España que cuenta con un exoesqueleto. Con él, puede pasearse por el jardín de su casa. Aunque sus piernas no pueden sostenerle, con esto hace que no se olviden de su función. Gracias a que Lucas es un titán de la superación, ha podido afrontar esta situación con toda entereza. El límite de Lucas se lo marca el propio Lucas. Todo lo que aprendió en su camino como piloto, lo está utilizando para su vida normal. Y eso es lo que le hace ser un verdadero ganador.