El piercing en la lengua se ha puesto de moda en los últimos años. Aunque este modismo no es de ahora, milenariamente muchas culturas lo realizaron como los mayas o los aztecas en América Central.
Sin embargo, de la gran variedad de perforaciones corporales que existen, el piercing en la lengua está considerado como uno de los más riesgosos para la salud. Por eso quien lo lleva debe practicar una serie de cuidados para que no se infecte.
Moda vs Salud
Ciertamente es una de las señales que indican que eres una choni. El mayor de todos los riesgos reside en la cercanía con respecto a las vías respiratorias, ya que una inflamación o hinchazón en la lengua puede provocar dificultad a la hora de respirar. Pero si eres un discapacitado, debes saber que se ha desarrollado un piercing para la lengua que ayuda a controlar las sillas de ruedas, y puede ser que te lo pienses.
La lengua y sus ramificaciones arteriales
Colocarte un piercing en la lengua es una tendencia que implica verdaderos riesgos de salud si no se tiene la higiene para evitar infecciones, porque la lengua es un órgano del cuerpo humano que posee ramificaciones de arterias y, si realizan una mala práctica al perforarla, esto puede ocasionar una hemorragia que puede complicarse.
Además no podemos perder de vista que la perforación en esa área de la boca tarda alrededor de cuatro semanas en curarse por completo. De ahí la importancia de poner en práctica algunos consejos que se centren en los cuidados del piercing en la lengua y que te den la oportunidad de prevenir la aparición de infecciones.
Cuidados paso a paso
El primer detalle que debes tener presente es que antes de hacerte esta perforación en el área de la boca, acudas a un establecimiento autorizado que cumpla la normativa para estas prácticas.
Hay muchos estudios de tatuajes y piercing donde trabajan profesionales, pero también hay gente que trabaja ‘de forma pirata’ y en locales pocos salubres cobrando menos pero poniendo en riesgo tu salud.
Cerciórate dónde te vas a realizar esta perforación bucal. Busca referencias de trabajos realizados y centros que te ofrezcan todas las garantías sanitarias. Nunca te lo hagas tú mismo o permitas que alguien no profesional te lo haga. Es un riesgo que no debes correr.
Cómo evitar una infección en la boca
Si quieres impedir que esta perforación en el área bucal se acabe infectando debes extremar las medidas higiénicas. Una de las principales es lavar el área todos los días y llevar una correcta higiene bucal.
En ese sentido se recomienda:
Limpiar bien la zona a diario
Es indispensable que hombres y mujeres sepan mantener una higiene exhaustiva para la limpieza del piercing en la lengua.
Uno de los métodos caseros y más saludables se centra en utilizar sal marina diluida en agua y en aplicar la solución con un hisopo limpiando el área por lo menos dos veces al día.
No olvides que, antes de tocar cualquier área de la boca, deberás lavarte las manos con un jabón antimicrobiano para impedir que los gérmenes presentes en las manos se acaben depositando sobre la lengua.
Usa spray y antisépticos bucales que además, suelen actuar como anestesia para el piercing de la lengua en caso de que tengas dolor. Igualmente, se trata de una buena forma de mantener limpia la pieza y la perforación. Recuerda que la zona de la lengua es muy delicada y propensa a infecciones.
Evita el tabaco y el alcohol
Así mismo, evita fumar por lo nocivo de la nicotina. El tabaco no solo afecta la salud del esófago, la garganta y los pulmones, sino también para la perforación de la lengua.
Al principio no se debe consumir bebidas alcohólicas. Durante las primeras cuatro semanas, tras la perforación en la lengua, se debe evitar el consumo de alcohol porque este podría retrasar el proceso de recuperación y traer consigo la aparición de rojeces e irritaciones en el piercing de la lengua.
Cuidado con las comidas picantes
La zona de la lengua es muy delicada y más si posee una perforación en la misma. Lo ideal para evitar cualquier hinchazón, ardor o infección es evitar las comidas picantes, ácidas o con muchas especias.
Del mismo modo, durante las primeras semanas se debe evitar el consumo de alimentos sólidos para que no afecten al proceso de recuperación del piercing de la lengua.
Una mala práctica produce dolor
Es posible presentar dolor si se coloca mal la barra del piercing. Cuando la pieza de la barra está mal colocada puede aparecer un dolor continuo en el área de la perforación. Además, como en la lengua se albergan bacterias esto aumenta las probabilidades de que la zona se irrite o se infecte.
También se debe tener en cuenta que los tejidos circundantes tienden a inflamarse y, un problema como este, debe solucionarse de manera inmediata y antes de que empeore o prolongue.
Otra posible causa del dolor es si se fricciona el piercing con los dientes muy a menudo. Cuando la pieza de la barra comienza a friccionar de forma constante los dientes pueden aparecer dolores graduales. El problema yace cuando el contacto con el piercing comienza a lastimar los dientes y las coronas.
Esto es algo que ocurre a menudo, porque las personas suelen jugar con su piercing o pendiente dentro de la lengua. Otra cosa que puede suceder es que el contacto haga que aparezcan espacios interdentales, es decir, que los dientes se abran poco a poco.
También puede aparecer halitosis (fetidez del aliento) si no se lleva a cabo una limpieza correcta
Sensibilidad y bacterias
Cuando perforas la zona de la lengua, todo lo que se produce en tu boca se vuelve más sensible y puede acumular un mayor número de bacterias. Además, si no tienes sumo cuidado con la higiene puede aparecer alguna infección que prolongue o genere la temida halitosis.
Es por ello que cepillar los dientes a diario y emplear hilo dental, adquiere más importancia que nunca cuando se coloca un piercing en la lengua.
No escojas la joya más barata
Por último, no elijas joyas para piercing de baja calidad busca los que son de acero inoxidable quirúrgico, son un poco más caros pero vale la pena. En el centro donde te realices el piercing te aconsejarán sobre los distintos modelos.
