La grave situación que vive el Real Madrid tiene a Zinedine Zidane contra las cuerdas. El francés es y será una leyenda dentre del club blanco, pero no cabe dudas de que justo en este momento no ha conseguido que el equipo salga del bache que lo tiene jugando tan mal y consiguiendo pésimos resultados. Todas las miradas están puestas en las tres finales que se le avecinan al estratega galo y sus jugadores; porque si no logra salir con vida de los juegos contra Sevilla, Borussia Mönchengladbach y Atlético de Madrid, pues será la ocasión para el que Florentino Pérez tome una decisión o sea el mismo técnico el que de un paso al costado.
Si bien los jugadores del Real Madrid están a muerte con el francés, la realidad es que podrían tener un nuevo entrenador dentro de muy poco y ahora los máximos candidatos son dos: Mauricio Pochettino y Raúl González. Aunque han sonado varios nombres para dirigir a la escuadra capitalina, son el argentino y el español los mejores posicionados; sin embargo, ambos tiene cosas buenas y malas que le aportarían al equipo justo ahora. El cambio está por venir y solo uno de ellos puede obtener el puesto, la cosa es que los dos cuentan con aspectos tanto bueno como malos para tomar el cargo.
2Lo que no daría Raúl al equipo ahora
Si bien el español es de la casa y conoce perfectamente el club, realmente lo que se dice experiencia en la élite no tiene. Su paso por las categorías inferiores y que maneja el Real Madrid Castilla desde hace un año y medio son los puntos que tiene a su favor para alegar que puede hacerse cargo del primer equipo merengue. La falta de ese pasaje por un club grande le puede pesar en su contra y podría ser contraproducente para el conjunto blanco.
También otro de los factores que podrían jugar en contra de Raúl es esa cercanía que podría llegar a tener con los futbolistas que integran el equipo en la actualidad. Eso podría ayudarlo a ganarse su confianza y acabar de la mejor forma posible la temporada; pero a la hora de tomar decisiones en verano sobre que jugadores deberían salir y los que permanecerían, el sentimiento de conocerlos un poco más al venir desde el mismo club podría jugar en su contra. La empatía le impediría afrontar los cambios necesarios para renovar la plantilla y así acabaría cometiendo el mismo error que Zidane que se deshizo de jugadores muy válidos (Achraf, Ceballos, Reguilón…) y se quedó con otros que por «sus hombres de confianza» (Marcelo, Isco…) no pudo sacar.