A cualquier cocinero inexperto o con poca confianza en sí mismo le asusta bastante cualquier cosa que sea “rellena”. Se da por hecho que todo lo que suponga vaciar un alimento y rellenarlo de nuevo está solo al alcance de cocineros expertos y con una habilidad probada durante años. Pero no tiene por qué ser así, ni mucho menos. Y, además, nunca es tarde para empezar si la dicha es buena, como dice el refrán. ¿Y qué mejor dicha que, de cara a la Navidad, deleitar a la familia con unos champiñones rellenos al horno? Posiblemente ninguna. Y merece la pena el esfuerzo.
Más que nada, hace falta paciencia y estar dispuesto a pelearse un rato con la cocina. Es un proceso artesano y que exige cuidado y dedicación, pero cualquiera con un mínimo de pulso en la mano es capaz de preparar con éxito esta deliciosa receta. Estos champiñones rellenos suponen un bocado ideal para poner como entrante en las cenas y comidas de las fiestas navideñas que se avecinan. Así que, si quieres sorprender a la familia y presumir de todo lo que aprendiste a cocinar en el confinamiento, aquí tienes una receta apropiada para ello.
3Que no se rompan
Ahora que ya tenemos los champiñones bien lavados y sin tierra, toca quitarles el tronco con mucho cuidado. Y debemos hacerlo así para evitar que se nos rompan y no podamos luego rellenarlos. Para hacerlo, debemos girar el tronco para que el cuerpo o sombrero del champiñón no se rompa por ningún lado. Lo que vamos a utilizar en esta receta es el cuerpo, pero el tronco puedes guardarlo para otros platos o añadirlo al relleno.
Una vez terminado este proceso, debes colocar todos los champiñones, ya sin el cuello, en una bandeja que se pueda meter en el microondas. Durante 3 o 4 minutos mételos a calentar en el microondas, y de ese modo conseguirás que se tosten un poco y que queden blandos y jugosos.