La lingüística es la disciplina que se encarga del estudio de las lenguas de manera exhaustiva, ya que realiza un análisis histórico y geográfico de las mismas, además de su relación con diferentes ámbitos de la sociedad, siendo uno de sus objetos de estudio el dialecto, pues este es una variante dentro de la lengua.
El dialecto es considerado un sistema lingüístico derivado de una lengua, ya que es una estructura que posee una gran cantidad de similitudes con esta, pero que en realidad son formas muy diferentes de escribirla o hablarla, pues no posee las propiedades suficientes para ser considerada así. En España son tan importantes que la comisión de educación del congreso aprueba eliminar el castellano como lengua.
Características de un dialecto
Los dialectos poseen una serie de características que permiten diferenciarlos de otras categorías de la lengua, siendo una de las más importantes que no posee una tradición escrita, ya que al ser una derivación de esta, no presentan grandes diferencias gramaticales.
Las personas que utilizan un dialecto, a pesar de formar parte de una región determinada, no poseen una nación propia que permita establecer una diferencia amplia con respecto a la lengua dominante, además de tener muy pocas personas que lo hablen.
Propiedades de un dialecto
Existen diversas propiedades que son únicas de los dialectos, y hacen que sean considerados una categoría diferente de las que se estudian dentro de la lingüística, por lo que es necesario conocerlas para aprender a distinguirlas.
En primer lugar, los dialectos son locales, ya que son pertenecientes a un determinado sector de hablantes de una lengua específica, aunque el resto de personas que hablan dicha lengua pueden entenderlos al formar parte del mismo idioma.
Otra propiedad muy importante de los dialectos es que son contextuales, es decir, poseen una gran cantidad de formas para su elaboración, cada una de ellas dependiendo del contexto en el cual se vaya a utilizar, bien sea formal o informal, y del estilo de la persona que lo hable.
Por último, un dialecto posee una historia propia que se ha forjado desde su creación hasta la actualidad, y que al mismo tiempo forma parte del contexto histórico de la lengua a la cual pertenecen, lo que quiere decir que es una parte complementaria de esta.
Diferencia entre el dialecto y la lengua
Muchas personas creen que la diferencia entre un dialecto y la lengua de la que forman parte es tan mínima, que pueden ser considerados como una misma categoría, sin embargo, estos dos poseen un aspecto que hacen que sean considerados completamente diferentes.
Esta diferencia radica en el hecho de que la lengua es una abstracción, ya que es una combinación de diferentes estilos, variantes y manifestaciones que sus hablantes utilizan para expresarse, y por consiguiente es una suma de múltiples dialectos.
Dicho en otras palabras, el dialecto es la forma real que utilizan los hablantes para expresarse, mientras que la lengua es una combinación de estas, que resulta en un modelo ideal, por lo que los primeros son considerados inferiores, aunque no por ello deben ser despreciados. Por ello se pide al congreso que se mantenga carácter vehicular de castellano.
Tipos de dialectos
Al existir una gran variedad de dialectos en las diversas lenguas que se pueden encontrar a lo largo del mundo, estos se diferencian de acuerdo a dos aspectos muy importantes: el social y el geográfico.
Dialecto Geográfico
Este tipo de dialecto, llamado también geolecto o variantes diatópicas, son aquellos que se pueden encontrar en las múltiples poblaciones que hablan una misma lengua, lo cual se puede dar como consecuencia de la separación geográfica y el paso del tiempo.
Dialecto Social
El dialecto social, conocidos por muchos como sociolecto o variantes diastráticas, se encuentran en los diferentes estratos sociales que se hallan en una ciudad, y que también se puede dar entre distintas profesiones o circuitos culturales, lo que puede ser objeto de discriminación por parte de las consideradas clases más altas.
Cómo reconocer un dialecto
Muchos expertos en la lingüística argumentan que existen una serie de criterios por medio de los cuales se pueden encontrar las diferencias en el modo de expresarse de las personas, y por consiguiente determinar si estos forman parte una lengua independiente o de un dialecto.
El primero de estos es la mutua inteligibilidad, que consiste en la capacidad que poseen las personas de un mismo dialecto de reconocerse y entenderse en cierto grado sin ningún tipo de problemas, a pesar de que puedan ser diferentes en muchos aspectos de su apariencia.
La territorialidad compartida es otro aspecto que permite reconocer a los dialectos, ya que estos generalmente se encuentran dentro un mismo territorio e incluso dentro de una unidad política, bien sea en la actualidad o en un pasado relativamente cercano. Por último, los dialectos presentan una escritura común, es decir, comparten una tradición literaria que permite relacionarlos.
El dialecto y la diferenciación social
Los dialectos son utilizados dentro de la sociedad muy a menudo como un instrumento para establecer diferencias y jerarquías entre las clases sociales que se pueden observar, en especial por las clases más altas que buscan demostrar la superioridad que presuntamente tienen sobre los estratos más bajos.
Esto ocurre debido a que los dialectos son a menudo tachados como insignificantes o menores, pues no poseen las características suficientes para llegar a ser considerados una lengua, lo que es utilizado para generar una brecha entre las diferentes clases sociales.
Las personas que han estudiado este fenómeno lo denominan dialecto de prestigio, y es encontrado en las clases altas como una manera de evitar ser confundidos con otras personas, a la vez que permite ser reconocidos por los miembros de su mismo estrato.
Lo cierto es que, a pesar de que en efecto se puede encontrar una diferenciación, por momentos muy clara, entre los dialectos de las diferentes clases sociales, esto no debe ser utilizado para desprestigiar o menospreciar a las personas de uno u otro entorno, ya que si alguno de los dos dialectos no existiera, la lengua sería completamente diferente a la actual.
Importancia de los dialectos
A pesar de que muchas personas consideran los dialectos como formas inferiores de la lengua, lo cierto es que estos presentan una gran importancia, ya que son los que forman el conjunto de combinaciones necesarias para que una lengua sea establecida.
Esto se debe a que los dialectos son la forma real que las personas utilizan para expresarse, y poseen herencias culturales y antropológicas de gran importancia que reflejan la historia de la existencia de un pueblo, lo que hace que la lengua sea la viva imagen de la sociedad.