Alberto C., el presunto homicida de un vecino de Velilla de San Antonio, se ha negado este jueves a declarar ante el juez de Coslada que instruye el caso por el crimen y se ha limitado a acreditar el arraigo familiar y laboral que tiene en este municipio madrileño para eludir la prisión provisional sin dar detalles de lo sucedido la tarde del 13 de noviembre.
El juez de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Coslada ha celebrado esta mañana una comparecencia de prisión con los abogados de las partes personadas, entre ellos el abogado de la familia, el letrado José Luis Vegas. Debido a la pandemia, Alberto C. ha prestado declaración por videoconferencia desde la prisión de Alcalá Meco, donde ingresó el pasado 19 de noviembre por la presunta comisión de un delito de homicidio.
El investigado está acusado del homicidio de Iván V., un vecino de 38 años de esta localidad madrileña. Falleció el 15 de noviembre en el hospital, dos días después de ser brutalmente agredido. Al parecer habría realizado unas pintadas en contra del exmarido de su pareja, lo que habría motivado el inicio de una discusión con un grupo de menores.
Iván V. y su pareja habían roto la relación cuatro días antes de la paliza. Durante esos días, realizó varias pintadas de amor dirigidas a la que había sido su novia durante cinco años. El día de los hechos, habría seguido con sus mensajes pero en esta ocasión dirigidos al exmarido de su chica, al trabajar en unas oficinas del número 6 de la calle Frascuela.
Fue entonces cuando un grupo nutrido de menores se enfrentaron a Iván En un momento determinado, entró en escena Alberto C., un joven que vive en ese edificio de viviendas y que se encontraba con su novia porque se disponían a dar un paseo.
El detenido, molesto por las pintadas en su portal, la emprendió a golpes contra Iván. Le propinó una fuerte patada en la cabeza y al menos dos puñetazos certeros; uno en la sien y otro en la traquea, golpes que le dejaron noqueado en el suelo.
ARRAIGO FAMILIAR
En su comparecencia, no ha respondido a nada relacionado con la agresión y se ha limitado a responder a las preguntas de su abogado defensor, encaminadas solo a acreditar el arraigo que tiene en Velilla al trabajar en esta localidad y residir con su madre en el bloque de pisos donde a escasos metros ocurrieron los hechos.
El letrado de la acusación particular se ha opuesto a las argumentos esgrimidos por la defensa y ha solicitado que se le mantenga la situación procesal al entender que hay riesgo de fuga, de reiteración delictiva y de obstrucción de la causa –requisitos para dictaminar prisión provisional– dado que podría ponerse en contacto con alguno de los menores que le identificaron.
José Luis Vegas ha señalado a los periodistas que hay riesgo de que el presunto homicida pueda contaminar pruebas. Según el letrado, el abogado defensor ha adelantado que solicitará una declaración de su patrocinado una vez que testifiquen los menores, quienes están citados para el próximo 9 de diciembre.
Esta mañana, también estaban citados cuatro mujeres testigos, entre ellos la pareja del presunto agresor. La joven fue la primera persona que le delató ante la Guardia Civil.
Le pidió que se entregara, pero Alberto le comentó que diría como coartada que estaba jugando al padel y que en el caso de que le rastrearan llamadas, podría justificarlo en que vivía al lado del lugar donde se produjo la agresión. Su afición al padel era tal que incluso un día después de la muerte de su víctima, se fue a jugar como si nada hubiera pasado.
ALBERTO FUE A LA GUARDIA CIVIL
Durante su comparecencia, en la que ha estado visiblemente «nerviosa» y «sobrepasada», la pareja del agresor ha indicado que hubo una pequeña discusión con los menores y Alberto preguntó quién había hecho las pintadas en su portal.
«Ella ve cómo su pareja le pega una patada en el estómago y dos puñetazos, sin ver que Iván pegase a nadie. Ratifica que su pareja no dice nada por miedo», ha señalado. Además, ha contado que Alberto fue a la Guardia Civil de manera voluntaria a exonerarse ante la rumorología que le apuntaba como autor de la agresión.
Entre las testigos, figura también una mujer que justo salía a las 8 de la tarde del auditorio de Velilla y se encontró con Iván en el suelo. Estaba tirado bocaabajo semiinconsciente y había un revuelo de gente. Responde que no puede hacer muchos gestos y dice que le han pegado», ha contado el abogado, quien detalla que al parecer un menor le cuenta a esta testigo que el agresor fue la persona detenida.
Según esta testigo, una persona adulta le da una patada en la cabeza y se da contra un coche, cayendo noqueado al suelo. «Relata que hay como 40 chavales alrededor del auditorio y que echan a correr cuando ven lo que pasa», ha indicado.
Además, ha indicado que el detenido manifiesta que es una persona «sana y deportista», que ha ganado torneos de pádel. «Le pega una patada y varios puñetazos, que le causa la muerte», ha indicado.
MÁS ALLÁ QUE UNAS LESIONES
José Carlos, primo del fallecido, ha señalado que la familia desconoce si agresor y víctima se conocían. Cuando su primo estaba convaleciente en hospital, José Carlos se acercó a visitarle y pudo ver la paliza que le habían dado. «Entiendo como pelea otras lesiones. Sus lesiones eran de otro tipo de agresión», ha recalcado.
Tras la detención, el juez ordenó su ingreso en la prisión de Alcalá Meco. Los agentes del grupo de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Rivas Vacimadrid registraron la casa del detenido y hallaron ropa con restos de sangre de Iván.