La concejal de la CUP en Tarragona Laia Estrada no ha acudido este jueves al juzgado donde estaba citada para declarar por presuntos desórdenes públicos en la protesta en la ciudad el 21 de diciembre de 2018 contra la celebración de un Consejo de Ministros en Barcelona.
«He decidido no comparecer. He decidido hacer uso de mi derecho a no colaborar con una justicia que cuando se trata de perseguir el independentismo o la disidencia política no tiene ningún tipo de problema para tirar adelante causas que no se aguantan por ningún sitio», ha dicho Estrada en declaraciones a los medios frente al Palacio de Justicia de Tarragona, donde estaba citada.
Ha explicado que su decisión de no comparecer es parte de una estrategia desarrollada por «los cargos electos de la CUP y que es la misma estrategia que usaron el 3 de octubre y el 8 de noviembre, causas que fueron archivadas» y en las también que había acusaciones por desórdenes públicos.
Estrada ha reprochado las causas con manifestantes independentistas investigados, y ha señalado que se ha conocido «solo en el último mes, el caso de espionaje a la izquierda independentista que apunta haber estado orquestrado por la Generalitat», las citaciones por el corte en La Jonquera (Girona) convocado por Tsunami Democràtic y sentencias con condenas a prisión por distintas manifestaciones.
«Nuestra causa se enmarca en todo este desbarajuste represivo que no para desde el 1-O, venía de mucho antes pero concretamente sobre el independentismo ha conseguido generar una macrocausa en la que hay cerca de 3.000 personas represaliadas», ha afirmado sobre la citación de un total de ocho personas por la protesta en Tarragona contra el Consejo de Ministros.
Ha sostenido que «es una operación de Estado que cuenta desgraciadamente con la complicidad de la Generalitat gracias al Govern de ERC y JxCat y de los Mossos d’Esquadra», que considera que persigue generar miedo y desmovilizar al independentismo.
Sobre la protesta por la que ha sido citada, ha dicho que «consistió en caminar, y muchos kilómetros, pero fue totalmente pacífica», y ha tachado de fantasiosos los atestados policiales que iniciaron la causa, y ha considerado un despropósito las citaciones.