Las berenjenas fritas pueden llegar a ser un plato sublime, la receta es sencilla pero el acabado es espectacular. Eso sí, este alimento suele comportarse como una esponja y, si no conoces ciertos trucos, te arriesgas a que queden blandas y aceitosas. Pero simplemente es dejarlas en su punto para que puedas disfrutarlas al máximo.
Por lo que, para que esto no te pase y te queden bien fritas, crujientes y nada aceitosas, tendrás que seguir unos pequeños pasos que de normal no se suelen tener en cuenta. Unos tan curiosos como bañarlas en cerveza o algo tan fácil como dejar el aceite en su punto a la hora de freírlas.
6Otra opción para reducir su sabor amargo
A pesar de que el truco que te hemos dicho sea muy bueno, no es el único para reducir ese sabor tan característico de este alimento. Otra opción es sumergirlas en un bol de agua con sal. Con ello, conseguirás quitarle parte del sabor.
Eso sí, esta opción suele ser mejor si vas a cocinar las berenjenas al horno o en un guiso. No sería tan útil si quieres hacerlas fritas porque habrían absorbido mucha agua y dificultaría que queden crujientes.