Las berenjenas fritas pueden llegar a ser un plato sublime, la receta es sencilla pero el acabado es espectacular. Eso sí, este alimento suele comportarse como una esponja y, si no conoces ciertos trucos, te arriesgas a que queden blandas y aceitosas. Pero simplemente es dejarlas en su punto para que puedas disfrutarlas al máximo.
Por lo que, para que esto no te pase y te queden bien fritas, crujientes y nada aceitosas, tendrás que seguir unos pequeños pasos que de normal no se suelen tener en cuenta. Unos tan curiosos como bañarlas en cerveza o algo tan fácil como dejar el aceite en su punto a la hora de freírlas.
5Reduce su amargor
Para hacer unas berenjenas perfectas, otro detalle en el que tendrás que poner tu atención será el de reducir su amargor. Para ello, las partirás en rodajas de un centímetro de grosor aproximadamente y les echarás sal por encima. Tras esto, déjalas reposar así durante media hora.
Habiendo pasado ese tiempo, verás cómo las berenjenas han sudado y entonces podrás limpiarlas con la ayuda de un paño de cocina limpio, retirando tanto la sal como esa agua del que hemos hablado antes. De este manera, seguro que vas a conseguir quitarles ese sabor amargo que a veces disgusta a la hora de comerlas.