Las berenjenas fritas pueden llegar a ser un plato sublime, la receta es sencilla pero el acabado es espectacular. Eso sí, este alimento suele comportarse como una esponja y, si no conoces ciertos trucos, te arriesgas a que queden blandas y aceitosas. Pero simplemente es dejarlas en su punto para que puedas disfrutarlas al máximo.
Por lo que, para que esto no te pase y te queden bien fritas, crujientes y nada aceitosas, tendrás que seguir unos pequeños pasos que de normal no se suelen tener en cuenta. Unos tan curiosos como bañarlas en cerveza o algo tan fácil como dejar el aceite en su punto a la hora de freírlas.
2Échales harina
El siguiente paso consiste en enharinar ligeramente las piezas de berenjena. Pásala por harina y dales unos golpecitos con la mano para retirar el exceso de esta, sino te quedarán muy rebosantes e incurrirás en uno de los fallos típicos. Por otro lado, tienes que saber que el rebozado de las berenjenas nunca lleva huevo.
También podrías preparar una masa de tempura con harina, sal, un poco de levadura y agua muy fría para hacer un rebozado diferente. Tras este proceso, tendrás que echar el aceite para freír berenjenas, que preferiblemente ha de ser aceite de oliva virgen. Si lo haces con aceite de girasol, el efecto que vas a conseguir es bastante diferente eso sí.
