En la vida dentro de la sociedad, existen muchas normas. Son una gran multitud la verdad, reglas por las que se rige prácticamente todo. Podríamos decir que nos basamos en un reglamento o en varios. Este término hace referencia a una serie ordenada de normativas cuya validez depende del contexto. Existen internos que se aplican en el seno de una organización o entidad y otros reglamentos más amplios que incluyen preceptos subordinados a las leyes.
Para poder determinar el significado de esta palabra, lo primero que vamos a hacer es conocer su origen etimológico. En ese sentido, podemos decir que es una palabra que significa conjunto de reglas y que deriva del latín ya que está conformada por el sustantivo regula, que puede traducirse como regla. Además de por el sufijo mento, que se usa para indicar resultado o instrumento.
Tipos de reglamento
En el caso del reglamento interno, es posible encontrar reglamentos escolares, reglamentos empresariales, reglamentos de clubes y otros. En un centro educativo, el reglamento puede fijar el horario de ingreso a clase, la vestimenta que deben respetar los alumnos y los mecanismos de sanción en caso de actos de indisciplina, entre otras cuestiones.
Los reglamentos, por otra parte, son el conjunto de reglas vinculadas a la práctica de un deporte. El reglamento de fútbol, en este sentido, indica qué está permitido y qué no se puede hacer en un juego de esta disciplina. En el caso de que te salgas de ese tipo de reglamento, obtendrás una sanción por ello.
Reglamento jurídico
En su sentido más amplio, en algunos países se conoce como reglamento a normas que forman parte del ordenamiento jurídico de un Estado. Se trata de normativas promulgadas por las autoridades públicas con un valor que se encuentra subordinado a la ley.
Dentro del ámbito jurídico, es importante que conozcas una serie de datos relativos a los reglamentos. Por ejemplo, que tienen un rango inferior a la ley o que, para que puedan entrar en vigor, se hace necesario que se publiquen en el diario oficial establecido para ello.
Por otro lado, bajo ningún concepto pueden llevar a cabo lo que es la regulación de materias que se han determinado que sólo se pueden regular mediante una ley. Y, por último, se mantendrán vigentes hasta que aparezca otro reglamento o norma de igual o mayor rango que los modifique.
Más tipos
Existen diversas clasificaciones sobre los tipos de reglamentos. No obstante, una de las más importante los divide en intra legem, con el que se define a los que tienen la particularidad de que su función no es otra que completar una ley, a la que añaden preceptos novedosos.
Por otro lado, están los ejecutivos.
Estos son los reglamentos que lo que hacen es ejecutar y aplicar una ley determinada. También se les conoce como secundum legem. Y finalmente, se encuentran los reglamentos. Sencillamente con este nombre es como se conoce a los que tienen como objetivo regular una materia, sobre la que no existe una ley encargada de hacer lo propio. También se les suele llamar praepter legem.
Interpretación de los reglamentos
En lo que se refiere a la interpretación de este conjunto de normas, las personas tienen diferentes opiniones. En la situación de la doctrina jurídica, esta interpreta los reglamentos de distintas formas.
Para algunos sectores, se trata de actos administrativos generales. Para otros, los reglamentos son fuentes del derecho administrativo, pero no actos de carácter general. Por lo que existe una pequeña lucha cuando se trata de utilizar este tipo de normas.
Contenido
Como has visto antes y como hemos dicho, los reglamentos contienen, en esencia, normas. Estas son directrices, mandamientos, restricciones y, eventualmente, sanciones aplicables a quienes no cumplan con dichos mandatos.
Realmente, se trata de textos normativos, que imponen a un grupo humano un código de conducta o de desempeño, que al ser común a todos permite la interacción social pacífica. Por lo que su intención es el bienestar de la sociedad.
Función
Los reglamentos, como decimos, son custodios del orden. Le ofrecen a una agrupación humana un conjunto de reglas por las cuales regirse a sí mismos. Minimizan las posibilidades de que surja el caos, de que los más fuertes impongan su voluntad o de que cada quien haga las cosas de un modo distinto.
Estas situaciones conducirían a fricciones y, eventualmente, a violencia. El reglamento forma parte del consenso social, del conjunto de regulaciones con el que todos construimos nuestras sociedades. Por otro lado, tienen siempre una vigencia determinada. La misma no está contenida en su interior, sino que está determinada por las autoridades que lo emitieron en primer lugar y por la aparición de un nuevo reglamento en su lugar.
Por ejemplo, si una empresa de juegos de mesa decide cambiar las reglas de uno de sus productos, emitirá un reglamento nuevo que al entrar en vigencia hará el otro obsoleto.