Sin duda, las razas pequeñas se están poniendo de moda entre el mundo de los perros. Dos de las más conocidas y buscadas en los últimos tiempos son el pug o carlino y el Boston terrier. Pero, ¿qué tal son esas razas?
Pug o Carlino
Este pequeño perrillo ya se ha hecho con el corazón de un gran número de aficionados y amantes de los perros. Su estupendo carácter y su aspecto simpático le han granjeado el cariño de un nutrido grupo de seguidores y en la actualidad es frecuente ver estos perros en casi todos los parques y ciudades.
Se trata de un perro robusto, de hocico chato y aspecto de pocos amigos… hasta que sonríe. Pues sí, resulta que el pug o carlino encandila a cualquiera que se le acerque con su amplia sonrisa. Además, pese a su imagen inicial, debemos recordar que es un perro de unos 5-8 kgs, así que estamos delante del perfecto compañero para niños, y no tan niños.
Es un animal dócil, de carácter alegre y que disfruta de los paseos y juegos con sus propietarios. Raro es ver un niño que no se atreva a acercarse a este auténtico juguete con patas.
Sin embargo, no debemos olvidar que también es un perro muy sensible, que se percata de las circunstancias familiares. Por ello es muy importante darle unos cuidados apropiados para que el animal nos dé todo el cariño que lleva dentro.
Boston Terrier
El caso del Boston Terrier es muy diferente, aunque tiene grandes semejanzas con el carlino.
Lo primero que nos llama la atención es su gran parecido con el bulldog francés. Sin embargo, aunque similares hay varias características que diferencias el Boston terrier, y que debemos tener en cuenta a la hora de elegirlo.
El Boston terrier es de origen americano y procede de cruces de bulldog con terrier. Ahí su principal diferencia con el bulldog francés; como buen terrier estamos ante un perro más activo y mucho más apto también para la guarda de la casa.
Su mayor vivacidad también hace que sea un perro ideal para jugar con niños en el campo. Se cansa mucho menos su primo francés, aunque conviene recordar que en ambos casos, su morro chato les va a dificultar la respiración. Así que tampoco hablamos de un animal para grandes ejercicios.
No hay que desanimarse, su carácter social y amigable hace que se adapte mucho mejor a la familia que en el caso de otros animales semejantes. Seguramente hablamos del perro ideal para niños inquietos a los que venga bien un compañero de juegos que, al mismo tiempo, despierte su responsabilidad.
Conclusiones
Como podemos ver, estamos ante dos simpáticas razas, amistosas, afables y de fácil adaptación a un nuevo hogar, y con las que rápidamente nos encariñaremos.
Conviene recordar que estamos ante dos razas de morro chato, lo cual les producirá ciertas dificultades respiratorias. Nada importante siempre que lo tengamos en cuenta y no abusemos del ejercicio.
Tanto el pug o carlino, como el Boston terrier son, con toda seguridad, una gran elección para aquellos que quieran adquirir su primer perro o quieran un compañero de talla pequeña pero de gran corazón.