Un equipo de investigación de la Universidad de Sevilla (US) ha desarrollado un nuevo material para construir andamios celulares que regeneren tejidos.
Su composición combina tres compuestos de origen biológico que mantienen la robustez de los soportes usados en la actualidad, pero consiguen una mejor absorción por el organismo y abaratan los costes, según ha detallado en un comunicado la Fundación Descubre.
En concreto, la mezcla incluye en un 50% quitosano, un derivado de la quitina que se obtiene, por ejemplo, de la cáscara de las gambas, y colágeno, la proteína más abundante en los mamíferos, que junto a la adición de la genipina, un compuesto presente en las gardenias, «mejora las propiedades mecánicas y crea la porosidad idónea en los andamios».
De esta manera, han conseguido que «sean lo suficientemente resistentes y tengan el grado de conexión necesario para que crezcan las células y formen tejidos que se incorporarán en pacientes con mayores garantías».
Para el implante de tejidos humanos, como la piel o de ciertos órganos como el hígado, es «necesario el cultivo celular en soportes o andamios». La bioingeniería busca nuevos materiales que «perfeccionen su elasticidad, porosidad y resistencia y eviten el rechazo por el organismo».
Así lo explican los expertos en el artículo ‘Chitosan as a potential alternative to collagen for the development of genipin-crosslinked scaffolds’, publicado en la revista Reactive and Functional Polymers, donde presentan este nuevo compuesto con el que han mejorado otras fórmulas existentes en la actualidad y que implica un menor coste para su fabricación.
La Fundación Descubre ha remarcado que el nuevo producto supera algunos de los inconvenientes de otros materiales usados. Además de utilizar un ingrediente más económico, «es más compatible con el organismo además de ser biodegradable, descomponiéndose en elementos naturales que se pueden desechar sin problemas del organismo».
«Tras la proliferación celular y su implante, el compuesto se degrada y se elimina de forma natural, lo que provoca que no exista rechazo por parte del organismo», ha indicado a la Fundación Descubre el investigador de la Universidad de Sevilla Víctor Manuel Pérez Puyana, uno de los autores del artículo.
El material más usado hasta el momento para la creación de tejido celular es el colágeno por sus buenas propiedades de resistencia y elasticidad y su alta compatibilidad orgánica. Sin embargo, «este material tiene una desventaja significativa: su alto coste».
Así, los expertos buscan alternativas para lograr un sustituto más asequible pero que mantenga, o incluso mejore, las características que necesitan estos soportes para una correcta proliferación celular y una regeneración del tejido sin roturas ni deformaciones y en la que no se produzca rechazo por parte del paciente.