Cardiólogos intervencionistas de toda España han asegurado, en la reunión anual de la Asociación de Cardiología Intervencionista de la Sociedad Española de Cardiología (ACI-SEC), que se celebra del 2 al 4 de diciembre, que los avances tecnológicos logran doblegar al calcio, el «mayor enemigo del intervencionismo coronario».
«La calcificación de las arterias en estos pacientes es muy frecuente. Aproximadamente un 30 por ciento de aquellos a los que se implanta un stent farmacoactivo tiene calcificación angiográfica moderada o severa. Prevalencia que podría ser mucho mayor ya que, con el uso creciente de técnicas de imagen intracoronaria hemos aprendido que la angiografía (técnica tradicional para visualizar las arterias) infraestima el grado de calcificación coronaria», ha dicho el cardiólogo del Hospital Universitario La Paz y miembro de la ACI-SEC, Alfonso Jurado Román.
El calcio es uno de los factores que determina una mayor complejidad del intervencionismo coronario percutáneo. Esto es, según el doctor, porque la calcificación coronaria dificulta poder llegar a la lesión coronaria con los dispositivos necesarios para tratarla, como balones y stents, que además pueden deteriorarse en su avance hacia la misma.
Además, el cardiólogo ha explicado que la calcificación severa puede impedir la correcta expansión de estos dispositivos condicionando un mal resultado del intervencionismo coronario percutáneo y determinando, por tanto, un peor pronóstico de los pacientes con mayores tasas de necesidad de nueva revascularización (procedimiento para restaurar el flujo sanguíneo) y muerte cardiaca.
Para garantizar el éxito del intervencionismo coronario percutáneo, Jurado ha subrayado que es de «vital importancia» ser consciente de la severidad del calcio presente en las lesiones coronarias que se van a tratar. Para ello ha destacado la importancia del uso de técnicas de imagen intracoronaria.
Del mismo modo, ha subrayado la necesidad de elegir la tecnología más adecuada para preparar la lesión antes del implante del stent. En este sentido, en los últimos años se han desarrollado tecnologías para modificar la placa calcificada, entre ellas la litotricia intracoronaria, una técnica derivada de la litotricia extracorpórea utilizada desde hace años para fragmentar cálculos renales y facilitar su expulsión. «Además de su eficacia, su principal ventaja es su seguridad y facilidad de uso, lo que ha hecho que, desde que está disponible, su uso se ha incrementado exponencialmente», ha apostillado el cardiólogo.
La litotricia se ha sumado al resto de dispositivos de preparación de las placas calcificadas, combinándose incluso de forma cada vez más frecuente con algunas de ellas como los balones de alta presión o la aterectomía rotacional (Rotatripsy). «Probablemente el mayor reto en el futuro cercano sea incrementar nuestro conocimiento sobre los tipos de placas calcificadas, pues no todas son iguales, y definir la estrategia más adecuada para cada una de ellas», ha enfatizado Jurado.
En el congreso también se van a abordar las últimas novedades en cardiología intervencionista de la mano de expertos de primer nivel. «Repasaremos las últimas novedades en farmacología en intervencionismo, en fisiología e imagen intracoronaria o en intervencionismo valvular, entre otras. Además, veremos cómo optimizar la antiagregación en el síndrome coronario agudo y debatiremos temas controvertidos como intervencionismo en cardiopatía isquémica estable tras los resultados del estudio ISCHEMIA y en intervencionismo en el tronco de la coronaria izquierda», ha zanjado el presidente de la Asociación de Cardiología Intervencionista de la SEC, Raúl Moreno Gómez.