La lana es una de las fibras naturales más utilizadas en Europa desde hace siglos. Se obtiene, principalmente, del pelo suave y rizado de cabras y ovejas. En función del animal y de la ubicación del vello, se obtienen diferentes tipos de calidad en la lana con distinta finura y longitud. La fibra de este tipo de tejido se caracteriza por su superficie de escamas y su interior lleno de canales.
Por su capacidad de aislamiento, es un material que suele utilizarse en la confección de jerseys de invierno, bufandas, prendas de abrigo o incluso trajes de invierno y chaquetas. También se utiliza para textil hogar, mantas y alfombras. Sin embargo, tiene el problema del encogimiento y el frisado. Es decir, se forman pequeños nudos o bolitas en la superficie del tejido que se producen debido a la fricción de escamas entre fibras. Si quieres evitar que tus prendas encojan o sufran del frisado, te damos una serie de consejos y trucos para el correcto lavado y cuidado de este tipo de prendas.
Lana en lavadora
Aunque en muchos casos se recomienda lavar las prendas de lana a mano, existen programas específicos en las lavadoras que permiten el lavado de este tipo de tejido. De esta forma, si escoges el programa adecuado podemos lavar lana en la lavadora con delicadeza sin estropear la ropa. No obstante, acuérdate siempre de seguir las instrucciones que encontrarás en la etiqueta de lavado. Es recomendable no mezclar tejidos, por lo que lo ideal es juntar todas las prendas de lana para lavarlas de una.
Hoy en día, todas las lavadoras están equipadas con programas específicos para prendas delicadas o confeccionadas con lana. De no ser así, te recomendamos que nunca laves prendas de lana a más de 30º, y siempre usando un programa corto y sin centrifugado. Así evitarás que las prendas de lana se encojan y sus fibras se deterioren. El tambor de la lavadora deberá estar medio lleno para que haga su función correctamente en todas las piezas de ropa. Por último, añade en el cajetín de lavado la cantidad indicada de un detergente especial para lavar este tejido.
Lana a mano
Si el tejido es muy abierto o tiene hilos muy finos, mayoritariamente en jerséis, se recomienda que el lavado de la lana se haga a mano. También se recomienda hacerlo para otras prendas de lana cuando no se cuenta con una lavadora que tenga un programa específico para lavar lana lo mejor es hacerlo a mano.
Para conseguir que tus prendas estén en buen estado, antes de ponerte a lavar la lana a mano, revisa la prenda para ver si tiene alguna mancha. No todas las manchas y suciedad de las prendas de lana se pueden quitar fácilmente, por lo que siempre recomendamos pretratarlas. Para hacerlo, unas gotas de detergente especial para lana sobre la mancha y frota suavemente. La lana es más delicada cuando está mojada.
Sigue con el lavado a mano
Una vez tratada la mancha, hay que aclararla en agua fría para comprobar que ésta ha sido eliminada. Si persiste, hay que repetir el procedimiento. Seguidamente, llena un recipiente con agua fría. El recipiente tiene que ser suficientemente grande para que la ropa quede holgada y te sea cómodo lavar las prendas de lana a mano.
Vierte no más de medio tapón de algún detergente delicado que se use para lavar a mano en el recipiente e introduce la prenda. Remueve suavemente para que la fórmula del detergente penetre entre las fibras. Es importante que, al lavar lana a mano, la prenda no esté más de entre 3 y 5 minutos dentro del agua para que el tejido no se endurezca. Una vez la pieza de ropa está limpia, hay que enjuagar y aclarar con agua fría.
Elimina el exceso de agua
Para eliminar el exceso de agua es muy importante evitar estirar y retorcer la prenda para mantener en buen estado la ropa. En su lugar, debes estrujar la prenda suavemente, intentando no dañar el tejido. Si el jabón no se ha eliminado del todo, debes repetir el proceso de aclarado en agua fría.
Las fibras de lana absorben mucho el agua y cogen mucho peso. Por eso. después de lavar la prenda de lana a mano y escurrirla es importante no colgarla directamente, ya que toda la prenda quedaría deformada. Para secar la prenda se deberá colocar en posición horizontal. También se recomienda enrollarla en una toalla para que esta absorba todo el agua restante y evitar que la pieza ceda ante el peso.
Cuida la lana
Puesto que estas prendas son uno de los tejidos más populares en invierno, es indispensable saber cómo cuidar la lana. Para ello, te vamos a dar unos pequeños trucos. No expongas la ropa al sol ya que podría dañar y deteriorar las fibras del tejido.
Es recomendable no utilizar secadora para el secado de las prendas debido a que la lana puede sufrir y encoger en el proceso. Por último, se aconseja planchar la ropa mientras esté húmeda, y utilizar una temperatura de planchado inferior a 150º, con el fin de mantener en buen estado la prenda.