Las diferentes culturas alrededor del mundo son poseedoras de múltiples figuras repletas de significado, siendo una de las más conocidas los mandalas, que representan al universo mismo y todo lo que dentro de él se puede encontrar.
Los mandalas son una estructura de diseños circulares que contienen representaciones simbólicas relacionadas con rituales muy variados conectados con la espiritualidad, y poseen la composición repetitiva o fractal de la naturaleza y el universo, siendo muy utilizadas en culturas como el budismo o hinduismo. Aunque hoy se hacen mandalas en la plaza del pescado.
La palabra mandala
El término mandala es proveniente del sánscrito y significa círculo, haciendo referencia a las formas concéntricas que poseen, lo que está altamente relacionado con la unidad, la infinitud y la armonía del universo.
El Diccionario de la Real Academia Española contiene entre sus términos la palabra mandala, y es aceptada tanto en su pronunciación grave, recogida del español, como su pronunciación esdrújula, mándala, recogida de versión etimológica.
Significado del mandala
El mandala es una representación del Universo debido a que este, conocido como el espacio sagrado, es estructuralmente indicado como un círculo dentro de un cuadrado, y son figuras observadas en diferentes culturas del mundo que le otorgan connotaciones muy diversas.
El uso de los mandalas en muchas culturas se debe a que estas formas concéntricas son representativas de la perfección que poseen todas las cosas dentro del Universo. Además muchos rituales mágicos utilizan estos elementos para separar lo sacro de lo profano, estando el primero de estos dentro de los círculos. Es más, hay mandalas muy increíbles para hacer en tu tiempo de descanso.
El mandala en el budismo
El budismo es una de las creencias más estrechamente relacionadas con los mandalas, debido a los múltiples hallazgos que apuntan al uso de estos elementos desde hace mucho tiempo por parte de estos pueblos.
En el Tíbet son utilizados los mandalas de arena, que son elaborados por monjes budistas con una estructura muy compleja, y se utilizan como un ejercicio espiritual que les ayuda al fluir con el Universo. Para su realización se utiliza arena o piedra triturada, las cuales son coloreadas de manera natural.
Los mandalas de la creencia budista se encuentran divididos en cuatro cuadrantes, cada uno puesto a disposición de un monje que se encarga de completar el diseño con la arena coloreada. Este proceso puede durar días o semanas.
Luego de que se completa el mandala, los monjes budistas se encargan de destruirlo, representando de este modo la finitud de las cosas, y la arena que se utilizó es guardada en un frasco y lanzada al río para que vuelva a unirse con la naturaleza, simbolizando el ciclo de la vida que fluye de manera continua.
El mandala en el taoísmo
Dentro del taoísmo también se pueden observar representaciones de los mandala, teniendo su máxima expresión en el yin y yang, el cual es un círculo que contiene la dualidad observada en todas las cosas.
Este círculo es representado generalmente con dos colores, el blanco, que se refiere al yang, y es relacionado con el cielo, la luz, lo masculino y lo activo, mientras que el negro simboliza el yin, y tiene que ver con la pasividad, la tierra, lo femenino y la oscuridad.
Los lados simbolizan la dualidad que existe en el Universo, en donde cada elemento tiene un opuesto que lo complementa, pues no puede existir uno sin el otro. Esto se observa dentro de la figura, ya que en cada lado existe un pequeño círculo coloreado con el color del lado opuesto, lo que simboliza la presencia de parte de un concepto dentro del contrario.
Este es el mandala más representativo dentro del taoísmo, que expresa al Universo mismo como un todo que posee dos partes, cada una de estas interdependiente de la otra, lo que deriva en un equilibrio total, a la vez que indica el constante cambio que ocurre dentro de todas las cosas, transformándose continuamente.
El mandala en las culturas nativas americanas
Las culturas norteamericanas también presentaron una forma de mandala, mediante las ruedas de sanación, que eran representados con un círculo de piedra que se encontraba dentro de otro más grande, y que eran utilizados de manera medicinal, con el uso de rituales, por lo que eran lugares sagrados para los indígenas.
Estos mandalas eran diseñados tomando en cuenta los cuatro puntos cardinales, además de un color, un animal y sus plantas o animales sagrados, lo que realzaba su espiritualidad.
Los aztecas tenían igualmente sus propios mandalas, entre los que destaca su calendario, ya que era realizado con forma circular y dibujado con diferentes figuras, que expresaban la creación del hombre y el camino que debe seguir para lograr la plenitud, además de representar la bóveda celeste.
El mandala como terapia
Desde que el psicólogo y psiquiatra suizo Carl Gustav Jung estudiara diferentes diseños de mandalas de una gran cantidad culturas y encontrara características similares que tomó como representaciones del inconsciente colectivo, reflejado en un círculo que siempre partía del centro, empezó a utilizarlas como un recurso terapéutico.
Los mandalas empezaron a ser usados como un medio para que los pacientes pudieran expresar aspectos emocionales reprimidos o no reconocidos, a modo de terapia antiestrés, para trabajar en ellos y aprender a controlarlos.
Para lograr este resultado, tienes la opción de utilizar diversas formas: puedes dibujar un mandala utilizando los colores y formas que quieras, y de acuerdo a esto se pueden determinar ciertos estados emocionales.
Otra manera consiste en colorear mandalas realizados con antelación, para tomar en cuenta los colores que se usen como una forma de expresión. Estos elementos también inducen un estado de relajación, lo cual se logra observando un mandala diseñado previamente.
Cualquiera de estas maneras son utilizadas por psicólogos, pero también pueden ser realizadas en el hogar, ya que en la actualidad existen cuadernos que ofrecen múltiples modelos de mandalas para colorear.
Beneficios del mandala
Al ser utilizado como un tratamiento terapéutico para aliviar el estrés y distintos problemas emocionales, los mandalas poseen una serie de beneficios que contribuyen con esta función.
Uno de los principales beneficios es que mediante el equilibrio del cuerpo, la mente y el espíritu, se logra mejorar el estado de ánimo, además de conseguir que puedas expresar tus sentimientos y sensaciones más profundas.