El Museo Guggenheim Bilbao recibió hasta el pasado 30 de noviembre 279.476 visitantes, lo que supone solo un 26% de los registrados en los once primeros meses de 2019, balance muy marcado por la evolución de la situación sanitaria generada por la pandemia.
No obstante, desde el centro de arte moderno bilbaíno consideran «positiva» esta cifra, gracias al número de los que acudieron al Museo en los meses de julio y agosto, y teniendo en cuenta que en la actualidad la procedencia de las visitas está limitada a los residentes en el municipio de Bilbao.
Por su parte, Community, la comunidad en torno al arte y la cultura que aglutina a los Amigos y Seguidores del Museo, y a los beneficiarios del programa ERDU, entre otros, ha tenido un crecimiento continuo hasta alcanzar 66.148 integrantes, lo que supone un incremento de casi un 15% desde el 1 de enero de 2020.
En la sesión del Patronato de la Fundación del Museo Guggenheim Bilbao celebrada esta tarde se ha aprobado el presupuesto para el ejercicio 2021, que se ha elaborado teniendo en cuenta la situación derivada de la pandemia y considerando que la crisis sanitaria, y su repercusión en la economía global, y en especial en los sectores culturales y turísticos, irá evolucionando positivamente a lo largo del año. Así, el presupuesto operativo del Museo ascendería a 23.936.932 euros, un 20,2% por debajo del de 2020.
RECORTE DE GASTOS
Los epígrafes de ingresos derivados de los visitantes se ven reducidos debido a dicha situación, mientras que las partidas de gasto se han recortado «significativamente» gracias a las medidas de contención implantadas por el Museo tras un exhaustivo análisis de sus parámetros clave de funcionamiento.
En esta sesión igualmente ha quedado aprobada la programación artística para el año 2021, en el que podrán verse una muestra de pintura de artistas vascos en el fin de siglo XIX y comienzos del XX; una presentación sobre los planteamientos artísticos de los «locos años veinte»; una exposición sobre la contribución de las mujeres artistas al lenguaje de la abstracción; y una muestra dedicada a los expresivos retratos de la pintora Alice Neel.
A éstas se suman una presentación de fondos de la Colección del Museo basada en piezas que emplean materiales y técnicas inusuales, así como las videoinstalaciones de Alex Reynolds, Cecilia Bengolea y Sharon Lockhart para la sala Film & Video.
Por otro lado, se ha aprobado el nuevo Plan Estratégico 2021-2023, periodo en el que el Museo afrontará una situación «compleja» con un «optimismo realista y una vocación proactiva, enfocada a elevar el espíritu humano desde el arte moderno y contemporáneo y sus valores», han indicado sus responsables.
INCERTIDUMBRES
Ello le permitirá mantener el rumbo orientado, siendo consciente de que las «incertidumbres que plantean los próximos años van a requerir de escucha activa, contacto estrecho con los grupos de interés y una gran flexibilidad para acomodarse a la evolución de los acontecimientos», han añadido.
El Patronato de la Fundación del Museo Guggenheim Bilbao se ha reunido bajo la presidencia de Iñigo Urkullu, Lehendakari, y con la asistencia de Unai Rementeria, diputado general de Bizkaia y presidente del Comité Ejecutivo de la Fundación; Bingen Zupiria, consejero de Cultura del Gobierno Vasco; Lorea Bilbao, diputada foral de Euskera, Cultura y Deportes; Gonzalo Olabarria, concejal de Cultura, en sustitución del alcalde, representantes de las empresas y entidades que forman parte del máximo órgano de gobierno de la Fundación (algunos por vía telemática); y los directores de los Museos Guggenheim de Nueva York y Bilbao, Richard Armstrong (por vía telemática) y Juan Ignacio Vidarte.
La reunión ha dado comienzo con unas palabras del director del Museo sobre la «difícil» situación que se está viviendo a nivel global tras el primer estado de alarma, las semanas de confinamiento y cierre del Museo, la reapertura el 1 de junio y la «tímida» recuperación experimentada durante el verano, hasta la llegada de la segunda ola de la pandemia y un segundo estado de alarma, que ha supuesto nuevas limitaciones a la movilidad, reducciones de aforo y demás medidas para salvaguardar la salud de las personas.
«Todas estas acciones han repercutido de manera muy acusada en el sector turístico y cultural, que ha visto muy mermadas sus expectativas a lo largo de estos pasados meses», ha apuntado Vidarte.