El Gran Teatre del Liceu de Barcelona ofrece una mirada «realista» a ‘La traviata’ de Giuseppe Verdi, dirigida por Speranza Scappucci, que se podrá ver a partir de este viernes y durante todo el mes de diciembre, en el que ha desdoblado y añadido funciones para cumplir con las restricciones por la pandemia.
Según ha explicado el director artístico del Liceu, Víctor García de Gomar, en rueda de prensa este martes, la versión de Scappucci es una versión «ágil, rotunda, interesantísima y de tempos vertiginosos».
La producción ha corrido a cargo de David McVicar, que «subraya el chillido desesperado de una nueva víctima de la hipocresía social» en esta versión actualizada de la obra, ha dicho García de Gomar.
Las sopranos Lisette Oropesa, Pretty Yende y Kristina Mkhitaryan se alternarán interpretando a Violetta, así como Ermonela Jaho, que cantará solo en la función del 30 de diciembre; los tenores Pavol Breslik y Dimitry Korchak serán Alfredo Germont, y los barítonos Giovani Meoni, Àngel Òdena y George Gagnidze interpretarán al padre de Alfredo, Giorgi Germont.
«LA MENTE FRÍA Y EL CORAZÓN CALIENTE»
«Para ver ‘La traviata’ hay que tener la mente fría y el corazón caliente», ha explicado Yende, y ha detallado que la obra tiene mucha fuerza en elementos que no son obvios, por lo que ella continúa descubriendo nuevos elementos cada vez que la interpreta.
Asimismo, Scappucci ha explicado que hay un dicho en Italia que dice que ‘La traviata’ no se aprende, que simplemente se conoce, pero que ella considera que en realidad no se conoce, porque cada vez que abre la partitura encuentra en ella cosas nuevas.
Oropesa y Yende han destacado del personaje de Violetta que lo prioritario para ella es el amor: «El amor se convierte en la gran roca que ancora a este ser humano», ha dicho Yende.
EL TOPE EN EL AFORO
El director general del Liceu, Valentí Oviedo, ha explicado, a propósito de la medida del Procicat que fija un tope de 500 personas de aforo en los espacios cerrados, que confía que cambie a partir del 7 de diciembre, pero que de momento han decidido desdoblar la función que tenían prevista para el día 5 de diciembre, de modo que se podrá ver también el 4.
Ha explicado que cree «que hay un error aritmético importante» en la medida, porque a su juicio el Liceu no puede ser equivalente a otras salas de conciertos en las que no se tienen en cuenta los metros cúbicos, pero que confían que se reevaluará la medida.
EL CIERRE PERIMETRAL
El Liceu se está poniendo en contacto con las personas de fuera de Barcelona que tenían entradas para este diciembre en los fines de semana —puesto que no pueden asistir al concierto a causa del cierre perimetral–, para trasladarlos a funciones de entre semana.
Asimismo, el Liceu ha añadido dos funciones adicionales el 8 y el 16 de diciembre para estos espectadores que se harán a las 18 horas, para que todos los asistentes puedan llegar a sus casas antes del toque de queda, y ha avanzado todas las funciones de las 20 a las 19 horas.
También ha confirmado que este jueves pondrán a la venta entradas a 15 euros para la función ‘LiceUnder35’ del 7 de diciembre, porque «no quieren renunciar, pase lo que pase, a uno de los valores del Liceu, que es promover la accesibilidad a la gente joven.
TUBERCULOSIS Y CORONAVIRUS
Para esta temporada, el Liceu ha programado también el ‘Otello’ de Verdi y ‘La Bohème’ de Giacomo Puccini, dos obras que, como ‘La traviata’, acaban con la tuberculosis, una enfermedad que marcó el siglo XIX como el coronavirus está marcando esta época, ha explicado García de Gomar.
El cineasta Carlos Marqués-Marcet ha dirigido los cortos que promocionan las tres obras, y según han explicado ‘La traviata’ se podrá ver también en los cines el 28 de diciembre.