El bailarín y coreógrafo bilbaíno Igor Yebra ha recibido este martes la Medalla Delmira Agustini, considerada la máxima distinción a la cultura y la artes que concede Uruguay. Este galardón se suma al nombramiento como ‘Ciudadano Ilustre de Montevideo’ recibido ayer de manos de la Intendenta de la ciudad, Carolina Cosse.
Después de tres temporadas en la dirección artística del Ballet Nacional Sodre de Uruguay, Yebra ha recogido la Medalla Delmira Agustini por «el aporte especialmente valioso a la cultura de Uruguay».
Igor Yebra ha recibido esta distinción «con emoción y como aliciente para seguir colaborando en el desarrollo y conocimiento de la cultura de Uruguay. El bailarín ha agradecido el apoyo a todo el equipo del Auditorio Nacional del Sodre y, en especial, a todos los bailarines y a todo su equipo en la dirección y gestión del Ballet Nacional Sodre «sin los cuales no habría sido posible llevar a cabo todas mis locuras», ha afirmado.
«Es un honor recibir esta distinción que lleva el nombre de una de las poetas más importantes del Uruguay a la cual admiro y sobre la que dejo encargada una obra, ya que es un reconocimiento de los uruguayos a la tarea que aquí he realizado con plena dedicación y entrega», ha añadido.
Crear un repertorio propio con identificación nacional ha sido uno de los ejes de la dirección artística de Igor Yebra al frente del Ballet Nacional Sodre. Para ello, encargó ‘El Quijote del Plata’ (2018) a Blanca Li; ‘La Tregua’ (2020) a Marina Sánchez; y una obra sobre la poetisa Delmira Agustini a la coreógrafa belga-colombiana Annabelle Lopez Ochoa, que se estrenará la próxima temporada.
‘CIUDADANO ILUSTRE DE MONTEVIDEO’
Por otro lado, tras recoger ayer el reconocimiento como ‘Ciudadano Ilustre de Montevideo’, Yebra reconoció que esta distinción le convierte en «ciudadano ilustre de las dos ciudades más importantes del mundo: Bilbao y Montevideo, al menos de mi mundo y de la persona en la que me estoy convirtiendo», en alusión a su designación como Ilustre de Bilbao en 2010.
En su discurso como ‘Ciudadano Ilustre de Montevideo’, rememoró sus tres temporadas al frente del Ballet Nacional Sodre de Uruguay, donde descubrió, según aseguró, que «es más gratificante ayudar a otros a que reciban el aplauso con tu trabajo, que se hacen cosas más grandes utilizando principalmente antes la cabeza que el cuerpo, contrario a la enseñanza que recibí donde prima la belleza del cuerpo».