¡Atención papás! Te enseñaremos una manera muy sencilla de hacer suero fisiológico en casa. En simples pasos podrás limpiar fosas nasales, ojos, heridas, quemaduras o nebulizaciones en tu hogar. Con el cuidado que tu familia se merece, sobre todo su tienes que quitarle los mocos a un bebé.
¿Qué es el suero fisiológico?
Seguramente si tienes o tuviste niños pequeños, compraste suero fisiológico para limpiar la mucosidad nasal. El suero fisiológico es una solución salina compuesta por agua y sal, que se vende en las farmacias en diferentes formatos, como ampollas o botellines de hasta un litro.
Tiene un contenido del 0.9% de cloruro de sodio (sal) estéril y libre de patógenos, posee una concentración que es similar al sodio presente en la sangre o en las lágrimas. El suero fisiológico posee además varias utilidades tanto para el cuidado de tu bebé como para diversas actividades que necesitarás hacer en tu casa.
La concentración de sal del suero es muy parecida a la de los fluidos de nuestro organismo. Por eso se considera como una sustancia isotónica y su uso no provoca daños como irritación, picores o posibles alergias. Esta inocuidad del suero reconoce que pueda aplicarse en la nariz, ojos e incluso en heridas.
No tiene contraindicaciones y no interacciona con ningún medicamento
Un consejo antes de preparar el suero fisiológico, ya que puede resultar muy sencillo de hacer y por internet abundan las páginas que explican cómo hacerlo. Esto tiene un elevado riesgo de contaminación con gérmenes e impurezas, por lo que se requiere extremo cuidado, incluso en la esterilización del envase en el que lo vas a colocar.
Para prepararlo necesitas lo siguiente:
- Agua destilada o de la llave
- Cloruro de Sodio (Sal de Mesa).
- Botella de Vidrio.
- Ollas de diferentes tamaños.
- Embudo.
- Cucharita.
Modo de preparación:
Primero, el suero casero debe tener la cantidad adecuada de cada uno de sus componentes, para evitar que los niveles de electrolitos se alteren. Los ingredientes son agua y sal, pero ten en cuenta que debes esterilizar todo utensilio que emplearás en el proceso. Para este paso vas a utilizar 550 ml de agua.
Comienza por calentar el agua en una olla previamente esterilizada con 550 ml. Puedes utilizar agua mineral embotellada o agua del grifo. Tapas la olla y dejas que el agua hierva. Incorporas los 4,5 gr de sal para cocinar o sal fina de mesa y la disuelves bien el agua.
Si necesitas obtener más suero casero, puedes calentar y llevar a hervir un litro de agua y añadirle 9 gramos de sal de cocinar. Una vez hervida la preparación se traspasa a un recipiente que pueda cerrarse herméticamente. Tenemos que informarte que esta preparación la tienes que utilizar máximo en 24 horas, una vez procesado y refrigerado.
Para qué sirve el Suero fisiológico
Su principal uso consiste en hacer lavados nasales en bebés y adultos, aunque son muchas las funciones que el suero puede realizar:
Por ejemplo lavado nasal, limpieza de ojos y de lentes ópticos, lavado de heridas y quemaduras, cuidado de piel tras hacerse un tatuaje, nebulizaciones, algunos tratamientos dérmicos como la acné y granos. Pero veamos cuáles son sus efectos:
- Lavado nasal y limpieza: disuelve mucosidad, hidrata las mucosas y reduce la sequedad sin provocar irritación ni escozor. Se recomienda utilizarlo ante catarros, enfermedades respiratorias y alergia. Lo utilizas en el formato que más te resulte más práctico. Incluso te ayuda a quitar flemas.
- Limpieza de ojos: refresca e hidrata. Se recomienda en caso de irritación de ojos por conjuntivitis o alergia y antes de la aplicación de colirios o lágrimas artificiales. Limpieza de lagañas u ojos pegados. Útil para la extracción de elementos extraños en los ojos ya que lubrica y ayuda al ojo a expulsar el elemento.
Es importante destacar que el suero fisiológico no sustituye al colirio y las lágrimas artificiales, aunque se recomienda el uso del suero para la limpieza de los ojos antes de aplicar estos.
- Enjuague bucal: después de cualquier intervención odontológica.
- Heridas, quemaduras y tatuajes: se utiliza para limpiar el área afectada antes de cambiar apósitos o aplicar desinfectantes.
- Áreas del rostro afectadas por el acné, granos y porosidades de la piel: Estas zonas suelen estar enrojecidas, si usas alcohol puedes resecarlas en exceso y además escuece. El suero fisiológico limpia con suavidad, luego puedes aplicar una solución antiséptica.
Además del uso que acabaste de leer, el suero casero es también utilizado para combatir estados de deshidratación. En esta receta además del agua y la sal, puedes agregar zumo de limón, bicarbonato, azúcar y el proceso es el mismo.
Es muy beneficioso, ya que aporta todos los nutrientes en personas que han sufrido estados de deshidratación, debido a algún episodio de gastroenteritis, diarreas o vómitos. Es ahí donde el cuerpo pierde sus líquidos esenciales y necesitas volver a hidratarlo.
El limón y el bicarbonato son productos astringentes que calman dolencias, los retortijones y las ganas de vomitar. Mientras que la sal tiene la capacidad de retener líquidos para que éstos no se expulsen.
El azúcar aporta las calorías que hemos perdido en el vómito, y ejerce de suplemento de la alimentación. Consumiendo suero casero te recuperas con mayor rapidez de los trastornos intestinales afectados.
Otras variedades del suero casero
Para los más pequeños de la casa, el extracto de zanahoria también es de gran ayuda a la hora de complementar en los bebés, que se encuentren en estado de deshidratación. Las zanahorias entregan los nutrientes que se pueden perder cuando vomitan y tienen diarrea.
Para prepararlo necesitarás lo siguientes ingredientes:
- Una zanahoria de tamaño mediano
- 2 cucharaditas de azúcar o miel
- 1 cucharadita rasa de sal
- Una pizca de bicarbonato
- Un litro de agua hervida o destilada (o embotellada)
Pasos para su elaboración:
Hierves un litro de agua con la zanahoria rallada y retiras del fuego. Luego cuelas el agua resultante del hervor, pasando a un recipiente esterilizado, añades el azúcar, la sal y el bicarbonato, revolviendo con fuerza para que se disuelva.
Lo tapas y guardas en un recipiente y lo metes a la nevera para su mejor conservación. Debes darlo poco a poco hasta completar un litro. Si no se va a consumir el litro en 24 horas, debes botarlo y preparar otro en caso de necesitarlo.