La mascarilla se ha convertido en otro añadido más que coger antes de salir de casa, junto a las llaves, la cartera y el móvil. Es un factor importante en la sociedad de la nueva normalidad hasta que su uso ya no sea obligatorio, para lo que habrá que aguantar aún bastantes meses. Llevar una mascarilla homologada es protección tanto para nosotros como para los demás, y por supuesto que es incómodo, no lo vamos a negar, pero hay que llevarla. Cuando la llevamos durante mucho tiempo de forma prolongada es incómoda, pueden doler las gomas en las orejas o incluso puede provocar sensación de falta de aire. Por ello, vamos a ver qué hacer para que la mascarilla no te ahogue.
Por otro lado, las mascarillas FFP2 protegen tanto a la persona que la lleva como a los demás, por lo que está sellada, algo que puede provocar una mayor sensación de agobio. Pero hay que decir que estas mascarillas son sometidas a procesos de certificación o aprobación relacionados con distintas normas técnicas a nivel internacional. La respiración también es testada con estas mascarillas, por lo que estas mascarillas están diseñadas para retener partículas y dejar pasar el aire, por lo que la sensación de ahogo que podemos sentir está relacionada con factores no relacionados con la mascarilla que veremos a continuación.
6Qué mascarilla usar
Dentro siempre de las mascarillas homologadas, debemos utilizar la mascarilla que mejor se adapte a nuestra cara y con la que más cómoda nos encontremos. No todas las mascarillas son iguales ni se colocan de la misma forma, por lo que esto se convierte en un tema importante. Éste puede ser uno de los motivos principales por los que sentimos agobio o ahogo, que la mascarilla no se adapta a nosotros.
Se conoce como regla general que las mascarillas quirúrgicas y las de tela (homologadas) son más cómodas que la FFP2, pero recordemos que la comodidad es lo segundo más importante, lo primero es protegerse y proteger a los demás.