No es fácil la fama, por mucho que uno aspire a ella y la haya deseado durante toda su vida. Hay que pagar un peaje muy alto por entrar en ese mundillo de los elegidos. Los que salen en televisión, los que llenan conciertos, los actores, actrices y otra gente de la farándula que está en boca de todo el mundo. Pablo Alborán, como cualquier otro que se haya visto catapultado a ese mundo por su talento, seguramente que se habrá visto abrumado por las preguntas y el interés sobre su vida, su pasado y su intimidad. Gajes del oficio.
Pablo Alborán es un cantante malagueño de solamente 31 años, y que lleva ya unos cuantos en lo más alto de la escena musical. Es una persona tímida, cerrada y a la que no le gusta demasiado hablar de sus intimidades y de otras cuestiones personales. No obstante, cuando uno está en su posición muchas veces no le queda más remedio que asumir las preguntas sobre el tema y soportar las especulaciones que se hacen a propósito de la intimidad de uno en los medios de comunicación.
5Sus padrinos musicales
Pablo Alborán tiene a los músicos Diana Navarro y Sergio Dalma como sus segundos padres. Al menos, como sus padrinos directos en el mundo de la música. Si no hubiese sido por ellos, ha insistido en muchas ocasiones, jamás habría llegado hasta donde está. Alborán empezó moviendo su música por MySpace y por Youtube, como otros tantos miles de jóvenes apasionados de la música. Pero entre eso y la firma de un contrato con discográficas media un buen trecho.
Y ese trecho es el que le ayudaron a recorrer sus dos padrinos musicales. Diana Navarro escuchó una de sus canciones, Déjame de volverme loca, en la voz de Pablo Alborán y quedó prendada al instante de su talento. Desde el primer momento, ella se ofreció como aval del malagueño ante las empresas de la industria. Lo mismo hizo Sergio Salma, que recomendó a los directivos de Warner que apostasen por publicar las canciones de ese joven malagueño tan prometedor.