No es fácil la fama, por mucho que uno aspire a ella y la haya deseado durante toda su vida. Hay que pagar un peaje muy alto por entrar en ese mundillo de los elegidos. Los que salen en televisión, los que llenan conciertos, los actores, actrices y otra gente de la farándula que está en boca de todo el mundo. Pablo Alborán, como cualquier otro que se haya visto catapultado a ese mundo por su talento, seguramente que se habrá visto abrumado por las preguntas y el interés sobre su vida, su pasado y su intimidad. Gajes del oficio.
Pablo Alborán es un cantante malagueño de solamente 31 años, y que lleva ya unos cuantos en lo más alto de la escena musical. Es una persona tímida, cerrada y a la que no le gusta demasiado hablar de sus intimidades y de otras cuestiones personales. No obstante, cuando uno está en su posición muchas veces no le queda más remedio que asumir las preguntas sobre el tema y soportar las especulaciones que se hacen a propósito de la intimidad de uno en los medios de comunicación.
2Pablo Alborán se para
Pablo Alborán ha demostrado en estos años ser un artista singular que no cede a las presiones de las prisas y al que no le gusta hacer las cosas de cualquier manera. Hace pocos días, el malagueño hizo pública una noticia que no cayó nada bien entre sus seguidores: el músico va a hacer un parón de dos años en su carrera musical para dedicarse a su familia, a sus amigos y a estudiar. Ya de por sí es una decisión poco común entre los músicos de primer nivel, y es más atípico aún si pensamos que no es la primera vez que lo hace.
Más o menos entre 2015 y 2017 Alborán echó el freno por los mismos motivos. Así lo contó en una de sus visitas a El Hormiguero: «Un día, al acabar un concierto, en los bises, me di media vuelta y pensé que quería irme a casa. Necesitaba desconectar. Yo seguí mi sueño y no me di cuenta de que había personas que me estaban esperando. Mi peor enemigo he sido yo mismo, necesitaba hacer un impasse”. Y ese tiempo lo dedicó a lo mismo que pretende dedicarlo ahora: “A estudiar música, a estar en casa, con mis amigos de toda la vida y encontrar la normalidad».