Cada verano la liga de fútbol se acababa y muchos niños, aficionados, quedaban huérfanos de esa emoción de ver cada domingo a sus equipos. A final del estío, sin embargo, otra pasión nacía: la de los álbumes de cromos. Fernando Hierro, Hugo Sánchez o Ronaldo Nazario eran algunos de los supercracks de tu infancia que podías llevar en el bolsillo.
Para calentar la vuelta del campeonato liguero las editoriales lanzaban sus habituales colecciones de cromos. Lo interesante era completar las diferentes plantillas, cosa que no siempre era fácil, ya que había algunas estampas que se resistían algo más a salir en los sobres, por la razón que fuese. Siempre había un ‘fichaje’ que te hacía la puñeta.
Para acabar completando la colección, por tanto, o podías seguir comprando en el quiosco o intercambiando cromos con tus colegas y vecinos. «La tengo» o «repe» eran algunas de las expresiones que salían de esos corrillos de niños enganchados a las estampitas, no solo para coleccionarlas, sino también para jugar con ellas y ganárselas al resto de chavales.
6ATILA KASAC LOGROÑÉS
El bueno de Atila Kasac no dejó huella en Logroño, al menos deportivamente, pero sí que lo hizo gracias a su cromo. No es porque fuera difícil de conseguir, ni porque el muchacho le cayera bien a la afición, sino por el despropósito de cromo que sacaron en un primer momento. Se vieron obligados a sacar una segunda versión del ‘Fichaje’.
En un tiempo en el que no existía Photoshop suponemos que los montajes eran más difíciles, pero no tanto como para hacer este estropicio. Como fue uno de los últimos fichajes del Logroñés no dio tiempo a hacerlo mejor, y la cara del serbio se veía artificialmente colocada en el cuerpo de otro jugador rojiblanco.