El arroz es uno de los platos más sencillos, nutritivos y recurrentes en las dietas de todo el mundo. Es un ingrediente limpio, que pega con muchas comidas, fácil de hacer y además es sano. Y es que el arroz por sí mismo, y cocinado de la forma adecuada, no tiene más que ventajas y beneficios para nuestro organismo. No obstante, puede surgir un problema si se prepara el ingrediente en cuestión de una forma determinada. Y es que al cocinar arroz, y en caso de que se nos queme en la olla, puede aparecer una sustancia tóxica y cancerígena como es el arsénico.
Es cierto que el arsénico aparece en el arroz al quemarse en cantidades muy pequeñas, casi despreciables. Y, además, no tiene por qué surgir si no se nos quema. Pero pensemos que, a lo largo de nuestra vida, podemos cocinar y comer arroz varios cientos de veces. Por eso, esas minúsculas cantidades de arsénico, tomadas en repetidas ocasiones, acaban convirtiéndose en algo significativo y que puede acarrearnos problemas para la salud. Aquí va la forma adecuada de cocinar arroz evitando el peligro de que aparezcan sustancias cancerígenas.
2La técnica perfecta
Los científicos en cuestión pertenecen al conocido como Institute for Sustainable Food. Ellos han desarrollado una técnica que han llamado “cocido con método de absorción”, que puede reducir hasta en un 50% el arsénico en el arroz marrón y hasta un 74% en el arroz blanco. Y, según destacan los propios investigadores, lo más relevante de esta técnica de cocinado de arroz es que es capaz de preservar todos los nutrientes y micronutrientes que hacen del arroz uno de los platos más completos y saludables.
Lo cierto es que este “cocido con método de absorción” supuestamente desarrollado por científicos británicos es en realidad la forma de cocinar el arroz en ciertos países. En Irán, por ejemplo, ya se usa ese método para cocer el arroz desde hace siglos. No obstante, lo que los científicos de la Universidad de Sheffield han conseguido es analizar en detalle los nutrientes y la presencia de todo tipo de sustancias cocinando el arroz de formas muy distintas. Y luego comparando cuál era la más adecuada y saludable de todas.