la última victoria frente al Inter de Milán ayudó a varios jugadores a redimirse y dejar bien parado a algunos de los jugadores más importantes de la plantilla. El Madrid actualmente se sitúa en la segunda posición del grupo B en la champions y cuarto en La Liga.Por su parte, mientras los jugadores luchan por mantener su puesto en la casa blanca, Zinedine Zidane no le quiere perder la mínima oportunidad al próximo mercado invernal para poder tocar las piezas que no considera que están rindiendo al nivel esperado en las últimas jornadas.
Sin embargo, estos rumores no pondrán en peligro a ningún jugador de la actual plantilla blanca, aunque sí a uno que aún pertenece al Real Madrid, como el caso de Takefusa Kubo. Y es que el jugador japonés no está feliz con el poco protagonismo que tiene ya que Unai Mery, entrenador del Villarreal, lo utiliza como segunda espada.
A pesar de que en las últimas jornadas Kubo ha demostrado en los pocos minutos que ha pisado la cancha que merece más atención en el submarino amarillo. Por su parte Mery ha dejado claras sus intenciones con el japonés y no está dispuesto a cambiar su postura ni el trato con el que maneja al joven jugador, cosa que ha colmado la paciencia de Zidane, tanto así que ha pedido a Florentino Pérez la marcha del jugador de Castellón.
Y no precisamente para volver a Chamartín, por lo menos esta temporada, ya que el club deberá dar salida a algún extracomunitario para que tanto Kubo como Reinier tengan algún puesto en la plantilla blanca del año que viene.
Sin embargo, aún quedan muchos meses de competición en el presente curso y el extremo quiere cambiarse de club para aterrizar en uno en el que sí pueda contar con la importancia que necesita para terminar de gestarse como un jugador total, a eso, Florentino y Zidane han dado el sí.
Oportunidades nada claras
Debido a su buen juego, pretendientes no le faltan al jugador asiático, ya que tanto el Real Betis, como el Valencia y el Celta de Vigo se han postulado como posibles destinos para el joven. El primero está ansioso por hacerse con su cesión para sustituir a Canales, quien se encuentra lesionado hasta febrero, y el mejor cambio para su sustitución es el asiático.
Kubo fue fichado para formar parte de un proyecto de futuro que se prevé grandioso en las próximas temporadas, pero su inoperancia le podría costar muy cara al jugador, lo que está claro es que, si no juega, y destaca entre su actual plantilla, difícilmente tendrá un hueco en los merengues a partir de junio. Por ello, presidente y entrenador quieren dar un giro radical a la situación y alejarle del mal que le ha causado su cesión en Villarreal.
En todo caso, la última palabra no tendra Zidane o el Madrid sino el Submarino, que firmó la cesión del japonés hasta el final de la temporada. De momento, es un futbolista utilizado, aunque no de titular, lo que es una lástima, ya que es una joya al que no se le está sacando brillo.