No es una pregunta figurada. El debate ha llenado páginas y páginas de la historia del fútbol contemporáneo. La cuestión atravesó la plenitud de Maradona y le acompañó por siempre cuando décadas después otros futbolistas, especialmente Leo Messi, acreditaron los suficientes méritos como para plantarle cara. Pero ahora, tras su repentino fallecimiento, se hace aún más palpable: como El Diego no habrá.
Su muerte detiene un torbellino alucinante de hechos, de una existencia que se irradió hasta los rincones más escondidos del planeta. Ser Diego Armando Maradona fue algo único, incomparable, inimitable. Endiosado, virtuoso y enviciado. Entrañable y pendenciero. El hombre de una época, referencia de las mayores glorias deportivas y símbolo de algunos fracasos personales. Repasamos el por qué de todo ello, de por qué nuestro Maradona. Ese deslenguado carismático del viejo mundo; ese Diego de trampitas mágicas en el vivir.
4Maradona: pionero para todo
Con todo, Diego Armando Maradona fue pionero para todo. Hasta para prepararse los partidos entre bailes y ritmos. Es lo que pasó con el que está llamado a ser el mejor calentamiento de la hisotira. Hasta para esto, ‘El Diego’.
Hablamos del calentamiento que estuvo practicando el argentino para hacer frente a uno de los partidos del año 1989, aquí con el Nápoles. Un calentamiento que pasó a la historia por la forma en la que Maradona, distendido, relajado y con los cordones de las botas desatadas, se preparaba para una semifinal europea. Cualquiera diría que estaba en juego la disputa de una final de Copa de la UEFA.
En el caso del Nápoles, se trataba de un partido fundamental para seguir persiguiendo el que era el torneo más importante de su historia. Pero Maradona quiso olvidarlo, aunque fuese solo por un rato. Sn nervios. Así, Maradona.