Después de la gran actuación del Barça frente al Dinamo de Kiev, las críticas acerca de Leo Messi no tardaron en llegar. Y es que justamente en esa jornada los suplentes jugaron mejor que los titulares habituales, y dando muy buena imagen, demostrando su garra, compromiso y sacrificio por el equipo. Características que eran normales en las filas del Barcelona pero que ya estaban extintas, haciéndole falta a más de un fanático, ya que hacía tiempo que no se veían de la manera que se vieron en el último choque de la Champions League.
lo importante es que misión se cumplió y al final el plan hecho por Ronald Koeman fue perfecto, aunque sin la victoria ya tenían asegurado el pase a los octavos de final de la Champions League, como primeros de grupo, pues han vencido en todas las jornadas que han disputado.
Sin Gerard Piqué, sin Leo Messi, sin Frenkie de Jong, sin Anssumane Fati, sin Sergi Roberto, sin Sergio Busquets, pesar de su falta se pudieron ver a los menos habituales.
Futbolistas como Junior Firpo o Carles Aleñá, que estaban casi inéditos, tuvieron su oportunidad, igual que un Konrad de la Fuente o un Oscar Mingueza que celebró su debut con el primer equipo en un juego que muchos recordaran ya que muestra un Barcelona joven y sin Messi.
Que, Sin duda alguna, fue lo más sorprendente fue el hecho de que el capitán del Barça no estuviera ni en el banquillo. De esta forma, Koeman comunico que este sería el primer descanso del argentino esta temporada 2020-2021. Messi había jugado todos los minutos este curso a excepción de la primera parte del partido contra el Betis de La Liga cuando fue suplente pero salió en el descanso para ayudar a su equipo completar la victoria.
Sin embargo, lo que muchos se preguntan es a que se debe la decisión, ya que no creen que sea por descanso ni por rotaciones. La realidad, según cuentan, es que no le apetecía viajar.
Algo que le ha costado al delantero muchas críticas, ya que ponen en duda su juicio, su profesionalidad y su compromiso con el equipo, lo que ha provocado que cuestionen su liderazgo y su importancia. Actualmente para la afición, ya no es un ídolo como antes, y tampoco resulta tan determinante sobre el campo. Ese papel lo había asumido Anssumane Fati antes de su lesión en el partido contra Betis.
Y para sus compañeros, se ha vuelto pesado y arrogante, muy pocos se llevan bien con él. Antoine Griezmann es el ejemplo más claro, pero hay otros como Marc-André ter Stegen, Gerard Piqué o Riqui Puig que tampoco tienen buenas palabras acerca de su figura actualmente. Y lo mismo ocurre con Koeman que empieza a cansarse de su manera de hacer las cosas, y de su tiranía. y debemos aceptar que ahora mismo, hay una verdad que cubre el cielo del Camp Nou, y que pone a todos nerviosos. Y es que hay personas que se atreven a asegurar que el equipo juega mejor sin Messi.
Algo que hace unos años parecía impensable, hasta hace unos pocos meses, tras el escándalo del verano pasado, en el que pidió salir, y estuvo muy cerca de unirse a la plantilla del Manchester City de Pep Guardiola. Obviamente, todo esto son comentarios que se han creado a raíz del último encuentro de La Liga. Esto no quiere decir que el técnico holandés le quite minutos en el banco. Pero ya no existe ese miedo a pensar qué será del Barca sin Messi.