Violeta Mangriñán saltó a la fama tras concursar en el concurso Mujeres y Hombres y Viceversa en el año 2018. Allí tuvo un trono con bastante recorrido y acabó quedándose con un pretendiente llamado Julen. Con él ha roto y ha vuelto en innumerables ocasiones. Antes de aparecer en televisión, Violeta trabajaba como dependienta en una tienda de ropa y estudiaba un curso para ser higienista bucodental.
Tras terminar en Mujeres y Hombres y Viceversa, Telecinco contó con ella para participar en el concurso Supervivientes 2019. Aquí estuvo hasta la novena gala y posteriormente pasó a comentar el resto de concurso. La desgracia ha ido persiguiendo a esta influencer que cuenta con más de 1 millón de seguidores en Instagram. A pesar de parecer feliz, Violeta Mangriñán no está pasando por su mejor momento. Vamos a ver qué desgracias la han hundido en la miseria.
5La adicción al sexo de Violeta Mangriñán
También su programa en MTMad ha sido su confesionario particular. Aquí ha desvelado algunos secretos. Entre lo último que ha contado, aparte de lo de la anorexia, es su adicción al sexo.
Según afirma la propia Violeta, necesita tener un orgasmo al día. Esta, para ella, es la mejor forma de demostrar el amor por los demás. También confesó algunas otras cuestiones subidas de tono que no son más que desgracias para la propia Violeta.
Para ella, el sexo es como el café: “Es como la gente que es adicta al café. Ellos necesitan un café para empezar bien el día y funcionar”. Y sin el sexo, ella no tiene un buen día. Quizás a Fabio, su pareja, esto no le haya hecho mucha gracia. La vida sexual de cada uno debería de ser íntima y no confesarla en plena televisión.